La ciudad de Cádiz se entregó ayer al turismo. Unas 10.000 personas, entre cruceristas y tripulantes, tomaron la ciudad durante unas horas. Los buques MSC Orchestra, Arcadia, Black Watch, Albatros y Silver Whisper hicieron escala en el muelle gaditano, completando así la gran semana de la temporada con 17 embarcaciones. 

La mezcla del turista con el día festivo dieron una estampa novedosa de la capital, con el comercio y la hostelería preparados para ofrecer un buen servicio. Una imagen de unas pocas horas de la ciudad que los visitantes se llevarán para su tierra.

Desde muy temprano se hicieron notar los turistas. Con unas calles semidesiertas a primera hora, la nota de color la daban ellos en sus vueltas y vueltas por un casco antiguo que tardó en despertarse.  La alta previsión de público se notó en el refuerzo de la seguridad por las calles, con la patrulla en bicicleta de la Policía Local dando apoyo a los visitantes.

La primera toma de contacto con Cádiz la tenían los cruceristas a pie de terminal. Allí, informadores turísticos les proporcionaban todo lo que necesitaban en su ruta. Entre mapas y guías, destacaban los 10.000 folletos que se entregaron para mostrar los 145 comercios y 96 establecimientos hosteleros  que abrieron. 

Junto a estos informadores, que también se vieron a pie de calle repartidos por el centro, fue incesante el goteo de visitas a las oficinas de turismo de la ciudad, tanto en el Centro de Recepción de Visitantes como en la Oficina Provincial de Turismo. 

En esta última, Manuela explicaba en un momento de tranquilidad a media mañana que "desde que hemos abierto a las 10 había esperando ya gente en la puerta".  Entre los visitantes, comentaba que "principalmente hay ingleses, italianos, franceses y alemanes", atendiéndose en apenas una hora a unas 100 personas. Entre los intereses de los cruceristas estaban "darse un paseo por la ciudad. Siempre preguntan por la Catedral y la Torre Tavira". 

En el quiosco de la plaza de San Juan de Dios, Sara, empleada de City Expert, comentaba que "quieren conocer lo básico para poder ver en un día porque tienen que apurar a lo máximo. Por eso, les decimos que lo más importante lo tienen en el centro, aunque también se interesan por visitas a las bodegas de Jerez". 

A pie de calle, las excursiones con cruceristas se aglomeraban en el triángulo formado por las plazas de San Juan de Dios, la Catedral y las Flores, en las que se notaba una mayor presencia de extranjeros que en otras zonas del centro. Una guía que paseaba a un grupo de americanos del barco Silver Whisper contaba cuando llevaba a un grupo de unos 20 americanos por la calle Pelota camino de la Catedral que, aunque depende del barco, "en las excursiones se les enseña una panorámica del casco viejo de Cádiz, durando unas tres horas y media". Con todo, aseguraba de los turistas que "lo que más les gusta es comprar. Además, les gusta bastante la ciudad y destacan que la ven limpia, aunque tendría que haber mejores servicios públicos para ellos".  

En el apartado puramente monumental, destacaron sobremanera los enclavados en el mismo entorno de San Juan de Dios, Catedral y las Flores. De hecho, fue muy destacable el gran trasiego de personas dentro de la Seo gaditana, coincidiendo con la salida en procesión de la Inmaculada Niña venida a la ciudad desde México. Por su parte, el yacimiento arqueológico Gadir colgó a primera hora el cartel de "no hay plazas". Otro ejemplo es el Museo de Cádiz, que prácticamente dobló el número de visitantes en comparación con otros domingos. También reseñar el amplio interés por la Torre Tavira. Fuera de este circuito, sí reseñaron en otros  espacios que no hubo un aumento significativo con los cruceristas.

Además de Cádiz, también se interesaron los turistas por las salidas fuera de la ciudad, principalmente las bodegas de Jerez, los pueblos blancos y Sevilla. Prueba de esto se vio sobre las 13 horas, donde se acumularon hasta cerca de 40 autobuses junto a la nueva terminal de cruceros situada en el muelle Alfonso XIII. 

Fue la jornada de domingo una prueba importante para el comercio y la hostelería de la ciudad, que abrieron sus negocios y también lo harán el próximo domingo. Aquí, la suerte va por barrios, influido por la situación de los establecimientos. Muy gráficamente lo explicaba un camarero del café y copas Ágora al mediodía mientras atendía en las mesas: "Tenemos la terraza llena". Por su parte, en el restaurante San Francisco Uno, su propietario José Luis Sánchez decía que "hoy -por ayer- hemos hecho un 70% más. Este puente nos lo ha salvado el turismo". Por ello, se reafirmaba al comentar que "el comercio y la industria turística deben estar en la calle y no entre cuatro paredes". 

Entre el comercio, la tónica general era que no se había desaprovechado el día, pero que no era comparable con uno normal. Aniceto Peral, encargado de la zapatería Nuria Cobo en la calle San Francisco, contaba que "en la tienda de Compañía sí ha ido bien. Aquí se ha vendido, pero no tanto". Aun así, lo tenía muy claro: "Ha compensado porque si no abres, estas ventas se pierden". 

El fin de este gran día no se producirá hasta las 7 horas de hoy, momento en el que zarpará el Silver Whisper. De hecho, para cerrar su estancia en la ciudad celebraron anoche desde las 20 horas una cena con espectáculo flamenco. Una forma diferente de llevarse la última estampa de Cádiz.