Ayer Cádiz parecía un auténtico destino de cruceros. Unas 4.900 personas de diversas lenguas y nacionalidades llenaron la ciudad procedentes de los tres cruceros que visitaron el puerto.

Según el dato proporcionado por el Ayuntamiento, de los 7.051 pasajeros que venían a bordo de los buques turísticos un 70% decidió quedarse en Cádiz y conocer la ciudad. Del resto, la mayoría partieron en autobuses hacia Jerez y Sevilla.

Un dato que para la administración local es muy positivo, pues corrobora que cada vez más cruceristas optan por permanecer en la capital gaditana, pero que no convence a los comerciantes. Estos siguen pensando que se van demasiados y que hay que potenciar más la ciudad.

Para el concejal de Turismo, Bruno García, la actividad de cruceros está creciendo "a favor de la ciudad". Explica que mientras antes entre el 40% y el 50% de los pasajeros decidían partir hacia otros lugares, poco a poco, se está logrando que se reduzca ese porcentaje. Destacó en este sentido tanto el esfuerzo municipal como el de los empresarios y comerciantes.

García también definió como un éxito el programa Hospitality Desk. Una iniciativa piloto que consiste en colocar en el propio barco un mostrador para proporcionar información sobre la ciudad. Ayer se realizó en los dos buques que realizaban escala en Cádiz por primera vez, el Crown Princess y el Princess Daphne, y entre ambos se atendió a 1.630 personas. Un plan promocional en el que el edil dijo confiar y que explicó que en las siguientes semanas se repetirá con otros barcos, gracias a un acuerdo con algunas empresas consignatarias.

Por su parte los comercios a los que más influye la presencia de visitantes de cruceros, por situarse en la zona cercana al puerto, notaron ayer de forma desigual la presencia de los miles de turistas. Además, en general, apuntaron que es necesario 'vender' más y mejor la ciudad y se quejaron de los todavía muchos que se marchan a otras localidades.

Para los bares del San Juan de Dios, como declaran en el restaurante El Sardinero, "los cruceros nos dan la vida". Así, ayer estaban contentos con la demanda, pues aseguran que últimamente, con esto de la crisis, su principal cliente es el turista.

En Eutimio apuntan que "miran mucho pero compran poco". Además tienen su propio 'estudio estadístico' sobre el crucerista. Dicen que todo depende del barco, que unos consumen pero otros no. Entre los que más compran, los que traen pasajeros de nacionalidad italiana y alemana. Los que menos, los ingleses.

Otros echan la vista atrás, como es el caso de Super Sport, y aseguran que en 2007 cuando llegaba un crucero se vendía mucho, pero ahora no. Inciden además en que la obra de Canalejas no ayuda en este sentido.

En la tienda Bengala sin embargo ayer estaban más contentos y sí vendieron bastante. De lo que se quejan es de la poca información que se da al turista, que desconoce los atractivos que le presenta la ciudad. Aseguran que muchas veces les preguntan a ellos sobre qué ver y hacer, a la vez que se les quejan de los precios de los museos.

Otra de las partes implicadas en esto de los cruceros, los consignatarios, ayer se mostraban satisfechos con la jornada. Emilio Medina, de Cadiship, señaló además que el barco consignado por ellos, el Crown Princess, que venía por primera vez, se había mostrado muy contento con la opción de Cádiz como escala. Medina destacó el beneficio para la ciudad de este tipo de turismo a la vez que reseñó que es preciso, cuanto antes, que la dársena frontal quede sólo como terminal de cruceros. También dijo recibir con satisfacción el anuncio de MSC de apostar por Cádiz como puerto de embarque.