Crisis en la sanidad pública andaluza: Las carencias del hospital Puerta del Mar en la piel de las que no pueden esperar
Una portavoz del grupo de mujeres con cáncer de mama metastásico, MasMetas, denuncia las consecuencias para las enfermas de la “falta de personal y medios" en el principal centro de Cádiz y "en el resto de hospitales públicos de la provincia”
"Situación insostenible" en el hospital Puerta del Mar de Cádiz
La negligencia que se ha cometido en las pruebas de detección precoz del cáncer de mama en el Servicio Andaluz de Salud, no sólo preocupa y revuelve las emociones de las largas supervivientes de esta enfermedad, las mujeres con cáncer de mama metastásico, sino que las anima a denunciar la “desoladora situación” que se vive en los pasillos y salas de espera de esos hospitales públicos que conocen tan bien. Centros como el hospital Puerta del Mar de Cádiz donde “faltan oncólogos, enfermeras y hasta material”.
Lo explica una de las integrantes de MasMetas, un grupo de mujeres de distintos puntos de la provincia que viven con este padecimiento. Una mujer de Cádiz capital, con 50 años, que fue diagnosticada de cáncer de mama en 2016 tras encontrarse un bulto cuando estaba dando de mamar a la más pequeña de sus tres hijas, y a la que algo más de un año después le descubrieron metástasis en pulmones y huesos. “Todavía no tenía en el hígado, ni en la cabeza, eso ha ido saliendo después”.
Dolencias que, como las de sus compañeras, la ha llevado, y la lleva, por las diferentes áreas del hospital gaditano, de oncología a trauma, de radiodiagnóstico a urgencias, de quirófano a salas de espera. “Y por todos lados y por todos los hospitales públicos, el de Cádiz, el de Puerto Real, el de Jerez, Algeciras..., por todos, las enfermas de cáncer de mama metastásico encontramos los mismos problemas”, asegura.
Así, la gaditana asevera que en el Puerta del Mar “ahora mismo sólo hay tres oncólogos”. “En el área de oncología del Puerta del Mar hay una baja por maternidad y una jubilación. También se han ido yendo los MIR, que asumían muchas funciones, y después nos han estado viendo oncólogos con contratos por meses que ahora, además se les han ido acabado”.
Una falta de personal que esta paciente también baja a tierra: “La penúltima vez que tuve cita para ponerme un nuevo tratamiento fue con una oncóloga que era especialista en digestivo. Ella misma me reconoció que no estaba capacitada para mi caso y me dio cita con mi oncólogo, que estaba de vacaciones. A través de un favor me vio otra oncóloga que me va a intentar meter en un ensayo clínico en Sevilla, pero el caso es que llevo un mes sin tratamiento, desde el 19 de septiembre estoy sin tratamiento, y eso nunca me había pasado”.
Las 18 mujeres que ahora mismo forman MasMetas bien saben de los “retrasos” de estas citas”, que se han vuelto “una tónica habitual”, con la “incertidumbre” que eso les genera. “Cada vez que nos retrasan la cita, porque no hay hueco el día que te toca, significa que el tratamiento que te tocaba ese día no te lo pueden dar. Y ya no es sólo por los dolores, sino porque la enfermedad avanza, eso sí que no entiende de listas de espera”, dilucida.
Igualmente ocurre con las citas para las pruebas, “que te las dan a los tres meses, pero es que al final te llaman a los cuatro a los cinco meses y medio”, explica esta gaditana que, además, alertar de que se están produciendo “derivaciones a la privada”. “De hecho, esta semana, han llamado a otra compañera de MasMetas para que se hiciera una prueba, que ya iba con mes y medio de retraso, en un hospital privado de Cádiz”.
Otras dilataciones que se tornan calvario son las que viven en las salas con el nombre mejor puesto del mundo, espera. “Tres, cuatro horas, a personas que es que nos duele todo, que la mayoría de las veces, como es mi caso, ya sólo salimos de casa para ir al hospital. Yo tengo una lesión en la espalda, se me rompió una vertebra por la enfermedad y me operaron, y voy con una faja o con un corsé y es que me hundo en los asientos, me tengo que llevar un cojín de mi casa. Pero es que hace unos días, una compañera puso una hoja de reclamación en el hospital porque la hicieron venir de Chiclana, con las dos piernas rotas que tiene también por la enfermedad, desde las seis de la mañana despierta y llegó a las cuatro de la tarde a su casa y todo para decirle que de su tratamiento le aumentaban una cosa y le bajaban otra, porque ni analítica le tocaba. Eso es un descontrol, hombre”, se queja.
Esperan en “sillones hundidos”, viendo pasar “cada vez menos enfermeras” y entrando en consultas “donde te encuentras con una persona distinta en cada ocasión; oncólogos estupendos, que te tratan muy bien y seguro que buenísimos profesionales, pero que no tienen idea de tu caso”.
“Que hablo del Puerta del Mar porque es lo que vivo yo, pero de verdad que en Puerto Real o en Jerez la cosa no está mejor, tal y como me cuentan otras compañeras del grupo que se tratan allí”, incide la paciente que se niega a focalizar el “abandono” que sienten estas enfermas en un solo centro porque “esto es un problema de desmantelamiento de la sanidad pública”.
Es más, hasta de “falta de material de lo más básico” habla la paciente. “Yo soy alérgica a las pegatinas y una de estas veces que fui me dice la auxiliar, ¿cómo en un hospital no puede haber esparadrapo blanco? Y le digo, pues yo esa pregunta me la hago también”.
“Esto ha dado un bajón, ha dado un bajón...”, lamenta la enferma que en estos años ha tenido “varios ingresos” y ha sufrido en primera persona “el deterioro” de la sanidad pública y la falta de personal, “pero desde la limpieza a la cocina, que nos han llegado a traer la cena a las once de la noche porque había un cocinero”. “Es que es muy fuerte. Y esto que te estoy hablando es de este año, en marzo, que estuve ingresada y también este verano, que estaba desbordado el personal, que es maravilloso, pero es que es muy poco”.
Todas estas quejas se ven ahora potenciadas, si cabe, con ese sentimiento de “desconfianza” que se desprende de “los errores en los cribados”, “en que en estos días no hayamos podido acceder a nuestros historiales con nuestras pruebas e imágenes en Click Salud”, “en el lío que hay ahora con las citas”, “en las derivaciones a la privada...”. “Es que te pones a pensar... Cuánta gente habrá muerto sin diagnóstico por la tardanza, y cuánta gente queda por morir porque no se le hacen las cosas a tiempo. Y nosotras, ahí, las metastásicas, que nos estamos muriendo, y no nos están haciendo caso”, sentencia.
MasMetas, un recurso para enfermas y familias
Hace cinco años nació y se consolidó un proyecto que siete mujeres de la provincia de Cádiz con cáncer de mama metastásico venían gestando, MasMetas. Quizás no fue casualidad que fuera el año 2020 el que les demostró la utilidad y el sentido de crear este “recurso” para enfermas y familiares de personas con cáncer metastásico.
"Nos planteamos las metástasis no como el final sino como un reto a seguir”, plantean desde este grupo compuesto actualmente por 18 pacientes de mama metastásicas de largo recorrido. “Si alguien cree que podemos servirle de ayuda, puede contactar con nosotras en el WhatsApp 654825731”, lanzan.
El colectivo de Mujeres Feministas, rumbo a la protesta en Sevilla
En menos de una semana, el colectivo de Mujeres Feministas de Cádiz, responsable de la manifestación y la concentración en Cádiz contra los errores de cribados de cáncer de mama, ha conseguido llenar el autobús que este domingo las lleva a Sevilla para pedir “justicia” para las “víctimas de esta negligencia” y “responsabilidades al Gobierno de la Junta de Andalucía”.
Una reivindicación organizada por Amama, la asociación denunciante de los casos, que tiene lugar a partir de las 12.00 horas en el Palacio de San Telmo. Ante el éxito de la convocatoria desde Cádiz, el colectivo gaditano está ampliando la iniciativa con una caravana de coches particulares donde se compartirían gastos.
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