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Coronavirus | Cádiz

Un estudiante gaditano inventa un arco desinfectante del covid-19

  • En su desarrollo colabora la Unión de Asociaciones de Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la Rama Industrial de España

  • Alejandro Foncubierta está participando con su proyecto en la plataforma Engineidea y en dos concursos nacionales

¿Qué hace un estudiante inquieto cuando le cierran la Universidad? En medio de un estado de alarma que mantiene confinado en sus casas a todo un país a causa de una epidemia tan virulenta que se está cobrando miles de vidas, a sus 19 años, Alejandro Foncubierta Ruiz-Sillero lo tuvo claro:además de seguir estudiando, contribuir con sus conocimientos, en la medida de lo posible, a prevenir su expansión.

Estudiante de segundo curso de Diseño Industrial y Desarrollo del Producto en la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Cádiz, Alejandro se percató enseguida de la necesidad de protegerse de la transmisión del covid-19 en los hipermercados, en los súper y en los negocios de cualquier tamaño que permanecen abiertos. También en los domicilios particulares, cuando se vuelve de la compra, preocupado por si le ha tocado a uno un premio en esta dramática tómbola. Y, como no, en los hospitales y en los edificios públicos que permanecen abiertos, como las comisarías o los parques de bomberos, y en cualquier inmueble privado.

Como se sabe, si se usan bien, los guantes protegen de la posibilidad de un contagio derivado de que las manos entren en contacto con algún producto, utensilio o mobiliario contaminado. Y la mayoría de las mascarillas previenen la transmisión de la enfermedad a otras personas mediante la expulsión de las pequeñas partículas de saliva que se escapan de la boca al toser, estornudar o hablar. Algunas, las mejores, incluso sirven de escudo frente al virus. Pero Alejandro no había visto ningún dispositivo que desinfectase de cuerpo entero a una persona y a sus ropas.

Para evitar la proliferación del maldito virus, en las calles de China y luego también en las de España y en las de otros países afectados, se estaban –y se están usando– nebulizadores portátiles parecidos a los que utilizan los agricultores para fumigar. Entonces, ¿por qué no instalar nebulizadores fijos a la entrada de los inmuebles? Además, tenía que ser una solución rápida, fácil, económica y accesible para cualquiera. Para eso tenía que ser extremadamente sencilla. Y así es este arco desinfectante de covid-19, una especie de marco de puerta que recuerda al de un detector de metales de aeropuerto y que viene a funcionar como la primera fase de una máquina lavacoches. O como uno de esos aspersores que refrescan las terazas en verano. Sencillo ¿no? Pues parece ser que a nadie se le había ocurrido antes.

Según el rigurosísimo proyecto de Alejandro, que ha recibido el visto bueno del Colegio de Ingenieros de Cádiz y el impulso y apoyo de la Unitie (Unidad de Asociaciones de Ingenieros, Ténicos Industriales y Graduados en Ingeniería en la Rama Industrial de España), “el objetivo es diseñar un equipo de fácil fabricación e instalación, ya sea de manera industrial o particular, con elementos de fácil adquisición y montaje, consiguiendo así un equipo al alcance del mayor número de usuarios posible”.

Como puede verse en el esquema que acompaña a esta información, el equipo esta formado por un depósito donde se dosifica y almacena la solución desinfectante. Y de una bomba, colocada en línea a la salida, que aspira la solución desinfectante y la impulsa a través de latiguillos o tubería flexible hacia el arco, donde se sitúan las boquillas nebulizadoras eficazmente repartidas para que esparzan el desinfectante, cubriendo toda la superficie a desinfectar. En la parte inferior, una bandeja colocada bajo una base perforada recogerá el desinfectante. El funcionamiento del equipo puede ser, según la necesidad, mediante un pulsador, sensor, o temporizador.

“La idea empieza tomar forma la segunda semana de marzo, el viernes 13, sábado 14 y domingo 15”, cuenta Alejandro a este periódico. “Cuando ya se empezaba a hablar del confinamiento le doy un empujón desarrollando planos y definiendo el alcance del diseño y le hago las primeras consultas a la UCA el martes, que me responde al día siguiente”, recuerda ilusionado.

“En paralelo, contacto con el Colegio de Ingenieros Técnicos y Graduados en Ingeniería a través del decano de la Escuela, quien acoge la idea con mucha ilusión y me invita a participar en plataformas lanzaderas para aportar ideas contra el covid-19”, explica el estudiante gaditano. “Para participar en una de ellas, en Engineidea, me he tenido que precolegiar, un trámite que me llevó un par de días. El día 21 o 22 contacto con ellos y me inscribo y, a partir de ahí, Engineidea apoya y hace el seguimiento al proyecto”, añade.

Además de en esta plataforma, Alejandro Foncubierta está participando con su proyecto en otros dos concursos, uno organizado por Argal y otro por la Comunidad de Madrid.

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