Las constantes averías ferroviarias en Cádiz no unen a la sociedad para reclamar soluciones

EL PASEANTE

Salvo Diputación y la CEC apenas se producen quejas en la provincia sobre los problemas en estas comunicaciones

Otro Alvia se estropea y deja a los viajeros dos horas parados en Majarabique

La vía del tren, uno de los problemas para construir viviendas en la Zona Franca

Imagen de la estación de Cádiz.
Imagen de la estación de Cádiz. / Jesús Marín

Este es el penúltimo caso del caos ferroviario que vive, desde hace unos años, la provincia de Cádiz. En esta ocasión, otra avería en uno de los Alvia que cubre la línea Cádiz- Madrid. Los viajeros que ya en la noche del pasado lunes tomaron el tren desde Cádiz camino de Atocha tuvieron que armarse nuevamente de paciencia ya que a poco de comenzar en viaje, en el cambiador de Majarabique, una avería del pantógrafo delantero hizo que el tren quedara detenido sin opción de continuar su marcha puesto que el pantógrafo de cola estaba en ese momento en zona neutra.

Esto ocurrió a las 20:12 horas de este 1 de diciembre y no fue hasta las 22:27 que estos viajeros pudieron ser trasladados en autobús hasta la estación de Sevilla Santa Justa, punto a donde llegaron a las 22:49 horas. Es decir, se llevaron dos horas metidos con el tren sin funcionar junto a un paisaje inhóspito. Media hora después, a las 23:20 horas, pudieron continuar su marcha a destino con otro tren.

La incidencia del pantógrafo no sólo afectó a este convoy sino que otras tres composiciones de larga distancia tuvieron que ser suprimidos puesto que el tren que presentó el problema inicial del pantógrafo no pudo ser retirado a la vía 3 del cambiador de Majarabique hasta pasadas las 00:00 horas. Este problema afectó también al primer Alvia de la mañana del martes con salida desde Cádiz.

No es la primera vez que hay problemas en este intercambiador. Como tampoco que se averíe a medio camino un Alvia, como pasa también con los Media Distancia (que unen Cádiz con Sevilla, Córdoba y Jaén) o con el Torre del Oro que llega a Barcelona en viajes que en más de una ocasión han sido una odisea para sus pasajeros.

Esta normalización de los problemas ferroviarios en la provincia tiene incluso datos oficiales, como las 751 incidencias que se produjeron en los servicios de salida o llegada a Cádiz entre junio y septiembre, con una media diaria de seis casos.

Seis casos diarios. Una tónica que parece haberse repetido en el último trimestre de este nefasto año para las comunicaciones.

Escasas protestas de los usuarios

¿Nos imaginamos esta repetición de problemas cada día en Madrid? Si solo cuando hubo una incidencia grave hace unos meses en la capital todos, partidos políticos, instituciones y medios de comunicación nacionales, se tiraron de los pelos, ¿por qué nada de eso pasa en la provincia gaditana donde se repiten los problemas?

Los 600 kilómetros que nos separan de la capital, sede del Gobierno y de los medios centralistas, diluye los problemas que desde hace años vienen soportando las decenas de miles de usuarios de todo el servicio ferroviario tanto en la Bahía de Cádiz como en la de Algeciras.

Solo en los últimos meses se ha escuchado la voz de repulsa de la Diputación Provincial y de los empresarios gaditanos. Y del PP, que estando en la oposición nacional sería ilógico que no aprovechase estos errores del gobierno central.

Pero más allá de estas voces hay un silencio, doloroso y llamativo, de otras administraciones (ayuntamientos, diputados de otras formaciones, incluidos los socialistas), entidades ciudadanas de todo tipo y color, que ven pasar de largo este problema ciudadano que tiene un calado económico más que relevante.

Un claro ejemplo de este silencio es cuando, hace apenas unos días, el ministro de Transportes, Óscar Puente, presentó un mapa de España con las líneas de Alta Velocidad en la que estaba Cádiz.

Salvo la administración provincial, a nadie le llamó la atención que el Ministerio, y su titular, desconociese que el AVE ni llega a Cádiz ni se le espera.

El mismo mapa omitía, sin embargo, el proyecto de AVE entre Orense y Vigo, en la variante de Cerdedo. El alcalde de Vigo no tardó en denunciar públicamente esta omisión. Y el ministro no tardó en disculparse. Un caso de administración local atenta a sus intereses. Como ha pasado en estos años en Toledo, Ciudad Real, Extremadura, donde han sido colectivos vecinales los que han reclamado al Gobierno mejoras en sus servicios ferroviarios. Algo que no ha ocurrido en la provincia de Cádiz.

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