El acto de conciliación de la trabajadora de Cádiz 2000 concluye sin acuerdo
Rosa Huerta seguirá ahora la vía judicial con la denuncia por su despido tras la subrogación
No hubo acuerdo. El acto de conciliación entre la trabajadora Rosa Huerta, sin trabajo desde que se ejecutó la remunicipalización del servicio que prestaba en la limpieza de los módulos de playa, la empresa Acciona Facility Services y la sociedad municipal Cádiz 2000 acabó sin avenencia en la cita de ayer en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (CMAC). Rosa Huerta, portavoz de UGT del colectivo de limpiadoras de los módulos de vestuarios de las playas de Cádiz, seguirá ahora la vía judicial para tratar de demostrar que en su caso se ha producido un despido y no una finalización del contrato como esgrime la sociedad municipal.
Al acto de conciliación, en el que Rosa Huerta estuvo apoyada por un numeroso grupo de compañeras y por miembros de la sección sindical de UGT en el Ayuntamiento, acudieron todas las partes con su correspondiente defensa jurídica. La empleada entiende que su relación laboral con Acciona Facility debía haberse subrogado a Cádiz 2000 cuando, a partir del 1 de septiembre, la sociedad municipal comenzó a prestar el servicio tras el rescate de la concesión. Pero en el caso de Huerta no ocurrió así, y el 15 de septiembre recibió una carta comunicándole el cese de la actividad que realizaba en los módulos playeros.
La sindicalista, portavoz del grupo de trabajadores que logró ante los tribunales la revocación del antiguo comité de empresa de este servicio, está dispuesta a seguir la vía judicial para demostrar que la rescisión de su contrato debe ser considerada como un despido: "Me esperaba que no hubiera acuerdo, ha sido un paso obligado antes de recurrir a los tribunales para que se restituyan mis derechos".
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