Tomás Ángel del Valls, catedrático de Medio Ambiente de la Universidad de Cádiz, ha confesado ante la jueza que usó fondos públicos en su propio beneficio. El docente, investigado desde hace casi cuatro años por desviar dinero de la Universidad a sus bolsillos, ha admitido ante la magistrada que lleva la instrucción del caso, Lourdes del Río, que se construyó un chalé en Vistahermosa, en El Puerto, y que realizó viajes personales con cargo a la UCA. Asimismo, ha reconocido que se apropió de material inventariable de la Universidad. No tuvo reparos en admitir que su comportamiento fue"deleznable".

Según ha explicado el abogado del catedrático, Felipe Meléndez, el profesor ha mostrado un "arrepentimiento contundente" por los hechos cometidos y ha asegurado que va a hacer frente a la responsabilidad civil derivada de los mismos. 

Tres son las líneas de investigación que estudia la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz. De una parte, la construcción de un chalet de tres plantas en Vistahermosa. Así, no solo el catedrático está siendo investigado en este procedimiento, también varios contratistas. De otra parte, los viajes personales que realizó Del Valls a través de una agencia de viaje que prestaba sus servicios a la Universidad de Cádiz. El docente admitió que empleaba "días sobrantes" contratados para conferencias, ponencias u otros proyectos en viajes personales y familiares, a Disneyland por ejemplo. La última y tercera línea se centra en la apropiación de material de la UCA destinado a la investigación.

Además del procedimiento penal, actualmente hay abierto otro proceso paralelo en el Tribunal de Cuentas para esclarecer la cuantía de la que se apropió Tomás Ángel del Valls. La Policía habló en su día de más de 700.000 euros.

Aunque el catedrático de Medio Ambiente de la UCA haya confesado los hechos y esté prestando colaboración con la Justicia, lo cierto es que tiene una causa penal abierta "grave" que lleva aparejadas penas de cárcel elevadas. 

Ni uno solo de los 700.000 euros que Valls facturó para levantar su chalet de Vistahermosa pasó por su cuenta corriente. Según la investigación policial, el método que empleó el docente consistía en que la empresa de construcción elegida para ejecutar la obra sabía que tenía que emitir una factura a nombre de una de estas tres entidades: Universidad de Cádiz, Universidad de Jaén o FUECA. De hecho, los contratistas, según la Policía, eran sabedores del fraude que estaban cometiendo. De ahí que también estén siendo investigados en la causa.

El caso del catedrático de Medio Ambiente de la UCA, una eminencia en su área con varios premios por sus trabajos sobre la contaminación de aguas litorales, arrancó en 2018, después de que la propia Universidad detectara el desvío en los fondos que se habían asignado a su grupo de investigación.

Ante la gravedad de los hechos descubiertos dentro de la propia Universidad, fue el propio Rectorado quien puso en conocimiento de la Fiscalía los hechos, después de suspenderle de manera inmediata de empleo y sueldo.

Del Valls era una persona relevante dentro de la Universidad de Cádiz. En 2013 fue nombrado con solemnidad coordinador del Programa de Doctorado de la Universidad de Cádiz Erasmus Mundus en Gestión Marina y Costera, un proyecto de enorme relevancia para la proyección internacional de la Universidad en una de sus materias bandera como es el estudio marino.

Además, Del Valls estaba al frente de un importante grupo de investigación que gestionaba una significativa cantidad de fondos, el conocido como RNM375: Contaminación de sistemas acuáticos.

El docente investigado por la Justicia tiene actualmente dos inmuebles embargados y se encuentra en libertad. Según fuentes judiciales consultadas, la instrucción del caso encara ya su recta final.