La venta, que no la gestión como hotel, del Hotel Playa Victoria, el único hotel que Zaragoza Urbana contaba fuera de su territorio natural, deja en el aire el proyecto que la misma compañía tenía previsto levantar en uno de los laterales de los terrenos del antiguo Valcárcel.

Este nuevo hotel fue la alternativa que se encontró cuando la empresa desistió, en 2010, de seguir adelante en la transformación del que fuera hospicio de la ciudad en un hotel de lujo y de cinco estrellas.

Como entonces la firma mantenía su interés por Cádiz, ciudad con la que siempre ha estado muy ligada, propuso la construcción de un hotel de mucha menos envergadura que ocupase la pastilla del antiguo patio del Valcárcel que da a La Viña. Allí planteó un hotel de cuatro estrellas y algo más de un centenar de habitaciones, con un amplio aparcamiento subterráneo de varias plantas y para 460 plazas y, según la idea original, tiendas de cara a la calle y destinado a un usuario muy urbano.

Desde entonces el avance de este proyecto siempre ha estado en duda, incluso desde el propio Ayuntamiento y la Diputación. Hace ya unos meses, desde la compañía aragonesa se afirmaba que el plan iba adelante. "Seguimos trabajando en este proyecto", resaltando que el Ayuntamiento ya tenía en este momento en sus manos el estudio de detalle, “por lo que están pendiente de conocer si se debe introducir o no alguna modificación en este documento”.

Ahora, la venta del Hotel Playa Victoria en Cádiz y del Alfonso I en Zaragoza, con el ingreso de unos 55 millones de euros para mejorar unas cuentas muy dañadas por las fuertes inversiones realizadas años atrás y por los efectos de la pandemia en el sector turístico, deja en el aire esta operación en la Viña.

Lo cierto es que la compañía no se ha expresado públicamente sobre este proyecto, pero no parece en un principio lógico que haya dejado la propiedad de dos de sus grandes centros, entre ellos el emblemático Playa en Cádiz, para ahora afrontar la costosa construcción de otro complejo hotelero en la ciudad.

Ahora tendrá que ser la Diputación Provincial, como propietaria de todos estos terrenos, la que compruebe si Zaragoza Urbana también ha abandonado este segundo proyecto. Y entonces tendrá que decidir qué puede hacer con el mismo.

Todo ello se une al complicado futuro de Valcárcel, destinado, tras el fracaso del hotel de lujo, a ser sede de la Facultad de Ciencias de la Educación, que tampoco ha salido adelante por falta de financiación desde la Junta.

Habrá que esperar a las próximas elecciones autonómicas para ver si es factible dar marcha atrás en el fracasado retorno de Magisterio y, si es así, como puede afectar al proyecto que se recupere el uso de la pastilla que Zaragoza Urbana tenía reservada para un nuevo hotel de futuro igualmente incierto.