En tiempos pasados, el Ayuntamiento de Cádiz obligaba cuando se quería proponer el nombre de una calle o plaza a localizar la ubicación exacta; y si implicaba el cambio de denominación de esa vía, establecía como requisito indispensable el acuerdo de todos los vecinos a ese cambio. Un protocolo que evitaba el cruce de opiniones y la división que ha desatado la propuesta que el pasado viernes apoyó el Pleno gracias al pacto entre el equipo de gobierno y el PSOE.

Esa división que ya mostraron los diferentes grupos políticos ha bajado ya al escalón de la ciudadanía, que ha recibido con críticas y aplausos la rebelión de un nomenclátor que se actualiza hasta en 29 calles, algunas de ellas muy relevantes dentro de la ciudad.

Así, hay quienes aplauden la iniciativa de socialistas y Adelante Cádiz al quitarle el nombre de la Alameda al Marqués de Comillas para concedérselo a las hermanas Carvia Bernal, líderes del movimiento sufragista en España. “Por fin las hermanas Carvia Bernal, Amalia y Ana, tienen un lugar visible en su ciudad natal. Como no podía ser de otra manera, nuestras paisanas gaditanas se merecen esto y mucho más”, trasladan desde la coordinadora de colectivos feministas de la provincia, que aplaude la acción del Ayuntamiento “al implicarse de manera seria en la eliminación de elementos fascistas de nuestras calles y por supuesto, como no podría ser de otra manera, aplaudimos que se haga justicia con las figuras femeninas aumentando su presencia en el nomenclátor de la ciudad”.

“Creemos indispensable que se visibilicen y difundan las importantes aportaciones que han realizado las mujeres en los distintos ámbitos del conocimiento, no solo a través de los libros de historia, sino también a través de las paredes, calles, monumentos, plazas y avenidas de nuestro pueblo, lugares todos donde transcurre la vida ciudadana. Pero sobre todo visibilizar y difundir las aportaciones y trabajos de quienes transitaron por ellas. Amalia y Ana nacieron y vivieron muchos años en Cádiz, y el gran legado que nos dejaron, además de la necesidad de la organización autónoma de las mujeres para conquistar sus derechos, tiene que ver con la consecución de uno de los más simbólicos: el voto”, traslada esta coordinadora feminista, que también aplaude la iniciativa del PSOE de que la Alameda Apodaca pase a denominarse Clara Campoamor. “Las precursoras y la que lo hizo realidad con su perseverancia en las Cortes; esos hermosos paseos junto a la Bahía de Cádiz contendrán casi toda la historia del sufragismo en el Estado español, y eso como gaditanas que somos nos hace sentir orgullosas”, añaden.

Menos contentos andan por el barrio de Astilleros, donde no termina de sentar bien el cambio de nombre del Paseo Príncipe de Asturias, que ahora será Luis Arenal Plat. Hasta tal punto que están recogiendo firmas para impedir lo que después del Pleno del pasado viernes parece irrevocable. “No queremos cambiar el nombre porque a este señor le apetezca”, afean los vecinos en referencia al alcalde de la ciudad, José María González, a quien piden que dedique el Ayuntamiento “a cosas más interesantes para la ciudad y sus ciudadanos”.

Esta protesta que va camino de convertirse en plataforma vecinal se une a la que ya trasladaron hace unos días los vecinos de la Glorieta Ingeniero La Cierva, que también rechazan el cambio de nombre (en su caso por el de Ana Orantes). Entre otras cuestiones, por las molestias que ocasionará a todos estos vecinos, como a los de la mayoría de esas 29 vías que han sido seleccionada en ese tablero del nomenclátor diseñado por gobierno y PSOE que, como en otras tantas cosas de la gestión de la ciudad, tiene a la calle dividida.