Cádiz sigue sin servicio de recogida de animales sueltos o abandonados de las calles
De la retirada de perros y gatos muertos parece ser que ahora se encarga una empresa distinta a la con la que el Ayuntamiento dijo haber firmado un contrato menor del que nunca ha informado
Denuncia al Ayuntamiento de Cádiz por supuesto delito contra la salud pública por carecer de servicio de recogida de animales
La Delegación de Medio Ambiente y Protección Animal del Ayuntamiento de Cádiz que encabeza el sexto teniente de alcalde José Carlos Teruel sigue sin resolver un servicio tan básico como el de la recogida de perros y gatos de la vía pública, en este caso el de ejemplares vivos. Y continúa improvisando con la retirada de animales muertos de estas especies.
Esto es lo que se desprende de una reciente información interna dada a los agentes de la Policía Local de la que ha tenido conocimiento este periódico. Una referencia sin duda absolutamente necesaria ante la falta de un servicio que por ley debe tener contratado obligatoriamente cualquier Ayuntamiento por razones de salud pública y de protección de los animales ante las situaciones de confusión que últimamente han tenido que afrontar los agentes, a quienes se les llegó a ordenar que no acudieran a la llamada de ningún ciudadano que reportase el hallazgo del cadáver de cualquier animal.
En esta información transmitida a los agentes bajo el título “Cuadro de retirada de animales” se les comunica de manera sucinta y muy clara que en el caso de animales de compañía vivos (perros, gatos y hurones) “no hay servicio contratado” si se encuentran en la vía pública, ni en cualquiera de las cuatro playas del municipio y, por supuesto, tampoco si por cualquier extraña circunstancia un can, un felino o un mustélido se colase en un domicilio privado.
Este hecho se puso de manifiesto precisamente hace unos días, cuando fue detenido un hombre que se había atrincherado en su casa con un cuchillo y varias bombonas de gas con las que amenazaba con volarla. Se encontraba con un perro y la nota municipal informaba de que "el animal fue trasladado por agentes actuantes a dependencias policiales a la espera de la intervención del Servicio de Recogida de Animales del Ayuntamiento de Cádiz". Quedaron a la espera de un servicio que no existe. Según ha podido saber este periódico, fue un activista defensor de los derechos de los animales quien acabó haciéndose cargo del perro.
Sin noticias del contrato menor
Respecto a la retirada de animales de compañía (perros, gatos y hurones exclusivamente) muertos se les informa de que en la vía pública la encargada de su retirada es la “empresa La Luna. Adopta tu mascota”, de la que facilitan un número de móvil. Sorprendentemente esta no es la firma de Alhaurín de la Torre (Málaga), Adopte su mascota, con la que desde el Ayuntamiento dijeron haber suscrito un contrato menor para la recogida de ejemplares tanto vivos como muertos. Un contrato menor que, pese a la insistencia de este medio, no aparece por ningún sitio. Podría tratarse de La Luna, una residencia para perros y gatos con sede en La Ina (Jerez de la Frontera) con la que ya han contactado otros ayuntamientos como el de Chiclana. Pero hasta que el consistorio gaditano no aclare con quién exactamente ha suscrito un contrato menor para estas labores no se sabrá con seguridad.
De los animales de compañía fallecidos y hallados en las playas se les comunica a los policías locales que la responsable de su retirada es la empresa municipal Cádiz 2000, encargada de la limpieza y mantenimiento de los arenales gaditanos. No consta, al menos hasta el momento, que esta firma disponga de vehículos acondicionados ni de personal formado en estas labores tal y como exige la ley. Por descontado que no hay servicio para la retirada de cadáveres en los domicilios particulares, tarea de la que se debe encargar un veterinario contratado por el propietario de la mascota.
Los roedores muertos debe recogerlos de la vía pública Athisa, la empresa responsable en la ciudad de las labores de desratización y desinsectación (y, por cierto, la misma que gestionaba la perrera de los horrores de Chiclana, cuyo contrato tuvo que rescindir la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz, tras su clausura por parte del Seprona de la Guardia Civil). Se facilita otro contacto telefónico. En las playas vuelven a ser los trabajadores de Cádiz 2000 los responsables de retirar ratas y ratones muertos. Y en los domicilios particulares no hay servicio contratado, así que más de uno y de una se preguntará qué hace con el cadáver de un roedor, si lo deposita en el cubo de los residuos orgánicos, si debe llamar a la delegación municipal de Medio Ambiente o a la de Salud o si debe contratar a alguna empresa especializada en la correcta eliminación de estos restos. También suscita dudas qué hacer si el roedor es una mascota: un conejo, una cobaya o un hámster, por ejemplo.
Si lo que encuentran en la calle es una tortuga, peces o algún otro animal acuático (cosas más raras se han visto en Cádiz, como una iguana de más de un metro suelta por la calle Muñoz Arenillas, hace ya muchos años) deben saber los agentes locales, y el ciudadano, claro, que no irá nadie a recogerlo, se entiende que ni vivo ni muerto, porque no hay servicio contratado para ello. Pero si los peces, los quelonios o los animales marinos aparecen en las playas, son los empleados de Cádiz 2000 los encargados de retirarlos. Es de esperar que nunca sea una ballena o un cachalote como los que se encontraron hace algunos años en una playa de Rota o en la Bahía, muy cerca de las salinas. En los domicilios particulares tampoco hay servicio contratado, así que es lógico que surja la misma duda que con los roedores muertos.
Aves protegidas, el CREA, ¿y las no protegidas?
Por último, en el cuadro informativo se comunica a los agentes que todas las aves protegidas (aquí no se especifica si vivas o muertas) deben retirarlas los especialistas del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) con sede en las Dunas de San Antón, en El Puerto de Santa María, ya se hallen en la vía pública, en las playas o, aunque parezca extraño, en domicilios o fincas particulares (todos los años se localiza al menos a un buitre varado en alguna azotea). De la recogida de aves no protegidas, vivas o muertas (palomas y gaviotas, por ejemplo) tampoco se especifica nada.
En este punto conviene recordar que con La Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, que entró en vigor en marzo de 2024 está prohibida la tenencia como animales compañía de artrópodos, peces y anfibios cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo grave para la integridad física o la salud de personas y de animales y reptiles venenosos y de todas las especies de reptiles que en estado adulto superen los dos kilogramos de peso. También está prohibido tener en cautividad, por supuesto, a cualquier primate, sea cual sea su especie, ni a mamíferos silvestres con un peso superior a los cinco kilos en su fase adulta.
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