El buen uso del sujetador para evitar males

"Parece una cuestión banal pero no la es". Quien así habla es la doctora Pilar Moreno Paredes, de la Unidad de Patología Mamaria del Puerta del Mar, y de lo que habla es del buen uso del sujetador para evitar enfermedades. De hecho, un porcentaje importante de pacientes que acuden a su consulta con dolor de mama resulta que tienen un sujetador inadecuado. "Cuando se les informa de los elementos fundamentales de un sujetador, a la vuelta nos cuentan que al cambiar de prenda y colocarse uno adecuado esa molestia desaparece. Hasta un 30 por ciento de mastalgia no justificada viene provocada por esta circunstancia", explica.

La doctora Moreno realizó un master de su especialidad en Barcelona junto a un compañero y el profesor Prat, encargado de ese master, "fue el que nos hizo ver la importancia del sujetador en senología. El mérito nuestro ha sido quizás desarrollar y divulgar ese estudio. Sobre todo porque hay un desconocimiento tremendo entre las mujeres del buen uso del sujetador. Luego ya lo hemos difundido en distintos foros, en centros de salud y siempre que lo hemos presentado las mujeres lo han agradecido".

¿El mal uso de esta prenda puede llegar a provocar cáncer de mama? "No, cáncer no, pero patologías sí. Por ejemplo alteraciones en el pezón, el uso inadecuado de los aros, que se clavan en la mama, puede provocar hasta lesiones en el esternón, en la parte media. Muchas pacientes nos preguntan ¿hay que llevar aros o no? La pregunta no es si el sujetador debe llevar aros o no, la cuestión es que el aro debe rodear la mama, no clavarse en ella. Tampoco deben dormir con un sujetador con aros, porque es un elemento metálico que puede clavarse".

Para la doctora Pilar Moreno es fundamental elegir el modelo correcto. "A la hora de comprar este tipo de prendas hay que tener mucho cuidado y sobre todo probárselo. Un punto importante es que hay que saber el cálculo de la talla y de la copa. El 94 por ciento de las mujeres españoles desconocen que la talla de un sujetador consta de dos partes: la talla y la copa. La talla siempre es la medida bajo pecho, y eso representa un número, y luego la copa es la medida de la mama pero a nivel del pezón, y eso es una letra. Muchísimas mujeres saben su talla, pero luego desconocen la copa. Y eso es fundamental porque no todas las mujeres tienen el mismo contorno de pecho y el mismo volumen mamario. Por ejemplo, una mujer que tenga un contorno de pecho chiquitito de tórax, puede después tener un volumen grande de mama. Esa mujer tendrá una talla pequeña con una copa grande. O al contrario. Saber eso es fundamental".

Durante la entrevista, incide en que hay un tipo de sujetador para cada mujer y para cada momento. "No se puede poner una adolescente el mismo sujetador que una adulta porque las mamas de una adolescente no crecen a la misma velocidad y tienen un crecimiento rápido, así que debe tener una copa sin costuras que se adapte al crecimiento. Una embarazada tampoco puede llevar un sujetador con aros, costuras o muchos encajes, porque va a crecer rápidamente y se tiene que ir adaptando al volumen. La lactancia también requiere un sujetador especial, o aquellas mujeres con mamas grandes, que necesitaría una prenda con costura en T; mujeres a las que se les ha extirpado la mama, pues tienen un sujetador especia para esa situación. Es decir, que cada mujer y cada momento tienen un sujetador adecuado. Pensamos que un sujetador adecuado es aquel que sujeta pero no comprime, que la mujer se siente cómoda con él. A veces nos dicen las pacientes, yo es que estoy deseando llegar a casa para quitarme el sujetador. Esa mujer no lleva un sujetador adecuado".

También destaca que una mujer que hace deporte debe tener un sujetador deportivo. Y además no solamente deportivo, sino adecuado al tipo de deporte que haga: de alto impacto, de medio o bajo impacto. "Hay ejercicio deportivo que la mama tiene un movimiento hasta circular, por ejemplo el baloncesto, que también tiene mucho contacto". La doctora recomienda a las mujeres probarse con mucha calma un sujetador antes de adquirirlo para asegurar su bienestar.