Cádiz

La animada bienvenida a la marinera Rosa, "la Shakira roteña del Elcano"

Rosa con sus familiares más pequeños.

Rosa con sus familiares más pequeños. / Lourdes de Vicente

"¡Rosa, Rosa, Rosa!". Desde un buen rato antes que el buque Juan Sebastián de Elcano atracara en el muelle de Cádiz, de vuelta a casa, un grupo de familiares destacaba sin parar de animar. Entre pancartas, sombrillas o banderas de España, el grupo que esperaba a Rosa cantaba diversos temas de su cosecha, aunque también sonaran los pasodobles de la Unidad de Música del Tercio Sur o incluso los ajustes de sonido del Festival No sin Música. "Es la Shakira del Elcano", desvelaba el grupo minutos antes sobre su familiar.

Cuando la protagonista, Rosa Armario, roteña, bajaba del buque la alegría se desbordaba y se revelaba el secreto para ese particular 'mote' durante el viaje. "Un día me escuchó el brigada de la banda de música cantar por la cubierta y a partir de ahí lo he hecho en varias ocasiones con ellos", contaba la joven. Durante el crucero incluso ha actuado en la Embajada de Puerto Rico o su última actuación fue la noche de ayer miércoles, "que hicimos un concierto de despedida cuando estábamos ya fondeados" en la Bahía, comentaba con una sonrisa. "Canta de todo, y como la Niña Pastori", intervenía otra de sus familiares, que no podían ocultar el gran momento que estaban viviendo con la llegada de la 'Tita Rosa'.

"Desde ayer que fondeamos estábamos con nervios por vivir esto", contaba la de Rota a este medio, que asegura que ha sido un viaje con más mala mar de la esperada pero que el barco se convierte en tu familia "y te apoyas en ellos".

Más historias: Chema, Virginia, Juan Miguel

La de esta marinera es una de las cientos de historias que dejaba este lunes la llegada del Elcano, tras cinco meses y medio de navegación en su 94 crucero de instrucción.

A bordo también viajaban el chiclanero Chema y la jerezana Virginia, novios que repetían viaje en Elcano. El padre de Chema le esperaba con muchas ganas en el muelle. "Imagina qué ganas, aunque esta vez ha sido mejor que el anterior que no se pudieron bajar en ningún puerto, esta vez han podido conocer muchos países que de otra manera nunca hubieran conocido", decía su padre en la espera.

Adriana, junto a sus primos y más familiares, esperando a su padre bajo la sombrilla naranja. Adriana, junto a sus primos y más familiares, esperando a su padre bajo la sombrilla naranja.

Adriana, junto a sus primos y más familiares, esperando a su padre bajo la sombrilla naranja. / Lourdes de Vicente

Adriana se impacientaba deseando abrazar a su padre, Antonio. "Le he echado mucho de menos, lo voy a abrazar cuando llegue", decía rodeado de otros primos, tíos, bajo una sombrilla naranja para que les reconociese pronto. 

Pancartas para Diego, José, Bermejo, Carolina, Nena, Sergio, Casanova, Laura,.... el calor no ha sido impedimento para ir a sus encuentros. "Bienvenido Juanmi, 159 días echándote de menos", decía una de ellas. Otra con guasa apuntaba: "Vuélvete, no hay cervezas para todos".

El abrazo de Juan Miguel y toda su familia. El abrazo de Juan Miguel y toda su familia.

El abrazo de Juan Miguel y toda su familia. / Lourdes de Vicente

Las imágenes han sido muy emotivas. Como las que ha dejado el isleño Juan Miguel, su madre, sus tíos o sus hermanos. "!Ay qué orgullosa estoy de ti! ¡Ya estás aquí!,¡Qué alegría!, se escuchaba entre el fuerte abrazo a su llegada. "Ha sido un experiencia única, hemos aprendido mucho. No se puede describir con palabras", relataba antes de empezar unas merecidas vacaciones.

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