Críticas de vecinos y comerciantes de Cádiz por las zonas verde y naranja de aparcamiento

"El único que se beneficia de todo esto es el Kichi"

  • El incremento de las zonas de estacionamiento regulado en la ciudad y de sus horarios han creado un malestar generalizado en la población

Los vecinos de la Plazuela de Las Tres Carabelas aseguran que desde que se implantó la zona verde tienen más problemas para aparcar.

Los vecinos de la Plazuela de Las Tres Carabelas aseguran que desde que se implantó la zona verde tienen más problemas para aparcar. / Julio González

Las zonas de estacionamiento regulado continúan extendiéndose por la ciudad y al comenzar el verano, las que ya existían anteriormente han incrementado su horario. Todo esto ha provocado un gran malestar entre la población.

Hemos recorrido algunas de las zonas verdes y naranjas de la ciudad recogiendo las opiniones de vecinos y comerciantes, y no hemos encontrado ningún comentario positivo al respecto.

La calle Fernández Ballesteros es una en la que acaba de implantarse la zona naranja. Trabajadores y clientes del supermercado Mas que se encuentra en esa vía comentaban que "todos los vecinos están protestando" con esta medida. "He tenido que sacar una tarjeta de residente para aparcar, parece que no es suficiente con el impuesto de circulación. Y si no hay sitio en la zona que tú has pagado, tienes que irte a otra pagando también porque si no, te ponen una multa", comentaba una vecina.

Por su parte, una empleada del supermercado se quejaba porque los trabajadores no pueden sacarse tarjeta de residente "y eso nos ha obligado a algunos a sacarnos un abono en el parking porque te compensa más que pagar la zona naranja, ya que en el parking tenemos una plaza las 24 horas mientras que si no eres residente, tienes que cambiar el coche de sitio a las tres horas, si no, te ponen una multa. Y nosotros no podemos salir del trabajo para cambiar el coche".

Tanto en esta calle como en Muñoz Arenillas y en las inmediaciones del cementerio, vecinos y comerciantes reconocían que desde que han puesto la zona naranja, hay mucho más hueco para aparcar; algo que se ve también en los alrededores de la estación de tren, donde la zona naranja que da a la carretera industrial está siempre prácticamente vacía.

"Aquí el único que se beneficia de todo esto es el Kichi y a los demás nos fríen a impuestos", manifestaba un comerciante de Muñoz Arenillas, quien destacaba que "ahora las calles están vacías de coches porque sale más caro aparcar en la calle que en el parking, donde, además, el coche está bajo techo y si pagas la tarjeta de residente de la zona naranja, que te cuesta un dinero, luego no te garantiza que puedas encontrar aparcamiento".

En la plaza de Las Tres Carabelas, los vecinos aseguraban que desde que han sustituido la zona naranja por la verde, tienen más problemas para aparcar. "Mi yerno, que vive en esta zona, estuvo el otro día cuatro horas buscando aparcamiento", lamentaba una mujer. Un trabajador de los alrededores decía que había tenido que sacarse un abono en un parking porque le compensa, ya que "en la zona azul o naranja tengo que cambiar el coche de sitio y luego no encuentro aparcamiento. Y estoy temblando pensando en cuando peatonalicen la plaza de España porque habrá menos aparcamientos todavía".

En la plaza del Mentidero, cuyos alrededores son todos de zona verde, un comerciante criticaba que la implantación de los estacionamientos regulados "es un capricho del señor Martín Vila y del alcalde para que todas las personas tengan que soltar dinero de su bolsillo. Nos están sacando el dinero a los gaditanos con impuestos terroristas. Yo ya pago un impuesto de circulación, que conlleva que las calles estén bien asfaltadas y que podamos aparcar. Ni yo ni quien venga de fuera tendríamos que pagar para aparcar". Sostiene que "todo ha sido ideado para que los gaditanos paguemos al Ayuntamiento la tarjeta de residente y los de fuera, como no pueden aparcar en las calles, tengan que meter en coche en un parking, que la mayoría son de Emasa, una empresa municipal, así que el dinero también es para el Ayuntamiento". Añadía que con esta medida "se están cargando el comercio de Cádiz".

Asimismo, criticaba que "si dejas el coche debajo de un árbol, te lo encuentras lleno de resina y de excrementos de pájaros, después de haber pagado un dinero por aparcar ahí".

Un transportista que pasaba por el Mentidero se unió a la conversación, relatando que él es residente del barrio de La Viña, donde hay zona verde y naranja, y se encuentra con un gran problema a la hora de estacionar: "Yo trabajo de repartidor pero como el vehículo que utilizo no es de mi propiedad, no puedo sacarme la tarjeta de residente y no lo puedo aparcar en la calle. Además, como las zonas de carga y descarga a partir de cierta hora pasan a ser de residentes, no puedo dejar la furgoneta por la noche en ningún sitio del casco antiguo".

Por su parte, uno de los comerciantes del Mentidero contaba que él vive en Santa María, donde hay zona naranja, "pero estoy prácticamente todo el día aquí, en el trabajo, y esto es zona verde. Al no ser residente de esta zona, no puedo sacarme la tarjeta para aparcar aquí".

Todos estos comentarios demuestran la mala acogida que ha tenido la implantación de las zonas de estacionamiento regulado en la ciudad, algo que también quedó reflejado en la concentración que protagonizaron el pasado jueves vecinos y comerciantes de la calle García Carrera y alrededores ante la puesta en funcionamiento ese mismo día de las zonas verde y naranja.

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