Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

Tribuna de opinión

El almirante De Pes, un gaditano decisivo

  • Su intervención fue fundamental para la llegada de la Casa de Contratación a Cádiz

El almirante De Pes, un gaditano decisivo

El almirante De Pes, un gaditano decisivo

Es lugar común en Historia que, en situaciones difíciles y complicadas, surjan figuras decisivas con la suficiente entidad y capacidad de gestión como para inclinar la balanza del lado que ellos se prestan a defender. Tal fue el caso del papel trascendental que jugó el almirante Andrés de Pes, un gaditano curtido en la navegación transoceánica y a la sazón gobernador del Consejo de Indias, para que la Casa de Contratación se trasladara de Sevilla a Cádiz, con todo lo que de controversia y tensiones hubo, incluyendo toda una retahíla de reclamaciones por parte de las autoridades sevillanas.

Un experto marino y un tenaz conseguidor

Nacido en Cádiz el 10 de julio de 1657, poco se sabe de su juventud y primeros años como marino. Comisionado por el virrey de Nueva España, conde de Gálvez, para explorar la costa sur de la actual Luisiana, pasó luego a comandar la Armada de Barlovento. En 1708, ascendido a almirante general, se encargó de la compra de navíos para potenciar la Armada, según los deseos de Felipe V. A partir de 1714 desempeñó varios cargos, general de las escuadras de España, superintendente general de azogues y consejero de Guerra, ganándose en el desempeño de este cargo tal reputación que culminaría con su nombramiento como presidente del Consejo de Indias. Fue desempeñando este cargo cuando por medio de sus informes puso de manifiesto la necesidad del traslado, en medio de los recelos dentro del propio Consejo y de Sevilla. Consiguientemente, en su calidad de presidente de dicho Consejo, recibiría una Real Orden del Rey, fechada en Segovia el 27 de mayo de 1717, por la que se dictaminaba que la Casa de Contratación pasara de Sevilla a Cádiz. Con todo, las cosas se complicarían en los años inmediatamente siguientes a esta fecha, pues, en ningún momento, los mutuos recelos entre Cádiz y Sevilla se soslayaron. Así se deduce de la Recopilación de Resoluciones y Órdenes (Biblioteca Provincial de Cádiz), un grueso tomo donde se recoge toda esta controversia en torno a cual de estas dos ciudades andaluzas correspondería definitivamente la ubicación de la Casa de Contratación.

No faltaron entonces las suspicacias en torno a esta decisión real, pues en 1720, tras la caída en desgracia del hasta ese momento muy influyente cardenal Julio Alberoni, principal consejero de Felipe V, Andrés de Pes fue cesado en su cargo del Consejo de Indias. La razón no era otra, envidias y rencillas aparte, que todos aquellos que habían desempeñado puestos de gran relevancia durante su valimiento quedaban ahora en entredicho.

La agria polémica entre Sevilla y Cádiz

Esta circunstancia fue aprovechada por Sevilla para intentar de nuevo recuperar sus perdidos privilegios y, de paso, poner en cuestión el traslado alegando oscuros intereses. Se ponía entonces en marcha a una fuerte polémica donde ambas partes no ocultaron fuertes críticas y duras acusaciones mutuas.

Sobre Sevilla, las autoridades gaditanas esgrimieron su extrañeza porque esta ciudad no hubiera mostrado protesta alguna cuando entre 1680 y 1717 el tráfico americano ya se había desplazado, de hecho, a la bahía gaditana, acusando a las fuerzas vivas hispalenses de "monstruoso cúmulo de voluntariedades, cavilaciones, incoherencias, falacias e injurias" y de hacer gala de "espíritu desposeído de toda modestia y enajenado de la respetuosa circunspección con que debió medir las representaciones que dirige a los respetables oídos de Su Majestad".

Por su parte, Sevilla tampoco se quedaría atrás en sus duros epítetos sobre Cádiz, poniendo en cuestión su antigua prosapia, que solamente le venía de mucho tiempo antes, gracias a Alfonso X, "cuando no era más que un Presidio y Frontera con África, sin el más leve comercio para adentro ni fuera del Reino", siendo las reclamaciones gaditanas calificadas de "prolijo y estruendoso alarde de las fuerzas de Cádiz" que las movían a "subir las hipérboles a sus cabezas".

Cuando, en el pleno municipal de 18 de enero de 1720, los regidores gaditanos, conscientes de las cada vez más insistentes presiones sevillanas y de las investigaciones llevadas a cabo, que apuntaban incluso a posibles intereses extranjeros (flamencos principalmente), esgrimieron, como excusa algo disuasoria, que Cádiz no había tenido parte alguna en el traslado de la Casa de Contratación. Al parecer, los munícipes parecieron lavarse las manos entonces, alegando que todo se había debido a una decisión personal de Andrés de Pes, que lógicamente se vio obligado a vindicarse de cualquier mala interpretación o malévola acusación, haciéndolo con tal capacidad de convicción que no solo fue absuelto de cualquier acusación, sino que de nuevo ostentó la Presidencia del Consejo de Indias.

Incluso, a fin de contrarrestar los memoriales sevillanos y hasta los dictámenes de algunos de los miembros del propio Consejo, en los últimos meses de su vida, hizo todo lo posible para reunir la mayor parte de documentos favorables a la utilización del puerto de Cádiz. Murió en Madrid el 9 de marzo de 1723, siendo enterrado en la iglesia de San Francisco el Grande. En la sala capitular del Ayuntamiento gaditano figura un medallón representando su efigie y con la siguiente leyenda: "Andrés de Pes, Almirante y Ministro del siglo XVIII". También, su figura da nombre a una calle en el barrio de Santa María y en el Museo Municipal de la ciudad se expone un retrato suyo, en marco ovalado y de fina línea, de autor desconocido.

Aún así, no estaría de más, en este año conmemorativo, evocar de nuevo su figura, un tanto a la sombra de los propios acontecimientos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios