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Cádiz

El acceso del segundo puente altera el barrio de Astilleros

  • El comienzo de las obras de las nuevas glorietas varía desde ayer el tráfico en la zona El cambio en el transporte público, uno de los mayores focos de dudas

El barrio de Astilleros afrontó ayer su primer día de alteración para llegar a lo que va a ser su futuro. Tras iniciarse las obras del segundo puente en abril de 2007, ayer se comenzó a trabajar en lo que será el nuevo acceso a la ciudad. Durante unos cinco meses, esta zona de la ciudad se verá afectada por la construcción de las dos nuevas rotondas que recibirán a los vehículos que usen la nueva infraestructura, tanto de entrada como de salida de la ciudad. Siete años ya de trabajos que poco a poco van viendo su fin de cara a la llegada de 2015, fecha en la que sí debería estar terminado el puente de la Constitución de 1812.

Ayer fue una jornada de replanteo. Tras conocerse el nuevo plan de tráfico que regirá en este barrio en el tiempo que dure la construcción del acceso a la ciudad, los vecinos y los comerciantes verán alteradas sustancialmente sus vidas. Las avenidas de las Cortes de Cádiz -a la altura del centro comercial-, de Huelva y de la Bahía, y la calle América, aparecían desde muy temprano delimitados por el vallado que cierra el tráfico y los lugares de trabajo.

Demasiados cambios para un primer día de adaptación. Agentes de la Policía Local se afanaban en dar indicaciones a los conductores sobre las rutas que debían coger para sus respectivos destinos. Muchas dudas, como las que tuvieron varios vehículos en la avenida de Huelva, que, ante una vía vacía, tuvieron que dar media vuelta en su marcha.

En Las Cortes de Cádiz, otro agente daba las indicaciones oportunas desviando el tráfico hacia la calle Segismundo Moret, solo habiendo paso en la avenida para los residentes -en el carril dirección al centro de la ciudad- y los taxistas -en el carril junto a El Corte Inglés, donde mantienen su parada-. En esta zona delimitada y que no entra dentro del lugar de acción de los obreros, han sido suprimidas dos paradas de la línea 5 de autobús -que se unen a otras dos eliminadas provisionalmente en la avenida de Huelva- y otra del bus turístico, donde un operario de la empresa que gestiona ese servicio colocaba un cartel anunciando su anulación temporal superado el mediodía.

Un aspecto inusual, casi desértico, en una avenida cerrada y cuyos pasos peatonales entre la zona de viviendas y el centro comercial se mantienen en el semáforo situado junto a la salida del aparcamiento de El Corte Inglés y el que se encuentra junto a la rotonda que distribuye el tráfico entre las avenidas de las Cortes, de Huelva, de la Bahía y la calle América.

En esta última vía, cuyo tráfico en el tramo final solo se permite a residentes y taxis, tiene cerrado el paso peatonal hacia el paseo marítimo Puntales-La Paz, por lo que los viandantes tienen que rodear toda la zona en obras para poder proseguir su paseo por la avenida de la Bahía.

Para los vehículos que llegaban desde la barriada de la Paz en dirección al centro por el barrio de Astilleros, un obrero les daba la bienvenida indicándoles la calle Rafael Picardo Oleary para que siguieran su camino por la avenida del Guadalquivir. Mientras, otros compañeros de faena instalaban el único vallado fijo en el inicio de la avenida de la Bahía, con un espacio abierto por si fuera necesaria la entrada de vehículos.

Una de las patas indispensables para que estos meses sean más llevaderos por los vecinos del barrio es el funcionamiento del transporte público. Ayer, como toda jornada de novedades, el lío entre los usuarios era tremendo para saber qué autobús debían coger. Esto se debe a que las dos paradas que han sido suprimidas en la avenida de las Cortes de Cádiz, ambas en la parte de El Corte Inglés con una en cada sentido, ha hecho que estas se coloquen de manera provisional en la glorieta central de esta vía en dirección hacia el casco antiguo.

Tal como entra el autobús, la primera parada tiene como destino la Zona Franca, mientras que la contigua va hacia la plaza de España. Dos cartelones sujetados en sendas farolas anunciaban el lugar donde había que esperar la llegada del bus. Sin embargo, las preguntas a los conductores del transporte público se sucedieron para conocer hacia dónde marchaban.

A esto se une el recorrido que tiene que realizar el autobús para recoger a los pasajeros en Astilleros. Cuando el destino es la plaza de España, el trazado es más natural al entrar en la avenida de las Cortes de Cádiz desde la calle Carpinteros de Ribera. Sin embargo, cuando va hacia el exterior de la ciudad, el vehículo tiene que volver desde la avenida de las Cortes de Cádiz a la rotonda de la avenida de Astilleros para poder coger la avenida de la Independencia y salir a la Juan Carlos I.

En el lado donde apenas se notó el comienzo de las obras es en el acceso a El Corte Inglés, ya que las dos entradas y salidas al aparcamiento permanecen abiertas a los usuarios.

Con todo, multitud de carteles y señales en todas las vías situadas en los alrededores del barrio de Astilleros avisaban a conductores y peatones de todos los desvíos, calles cerradas, permisos de acceso para residentes y taxistas, y los viales que se encuentran cerrados al tráfico.

Se abre un periodo de unos cinco meses donde esta zona tendrá una vida alterada. Un plazo para que, por fin, el segundo puente tenga su entrada en la ciudad, con 2015 como año definitivo para su conclusión.

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