Abusos

Confirmada la condena por cogerle el culo a una menor en una calle de Cádiz

  • El TSJA mantiene la pena de dos años de prisión y un año de libertad vigilada por abusos impuesta por la Audiencia Provincial

Imagen de la calle donde sucedieron los hechos en 2019.

Imagen de la calle donde sucedieron los hechos en 2019. / D. C.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha confirmado la pena de dos años de prisión por abusos sexuales a un hombre que le cogió el trasero a una menor en en una calle de Cádiz en 2019. El TSJA ratifica la sentencia dictada por la Audiencia Provincial, que consideró acreditado que el acusado, de 31 años agarró el culo a la chica, de 12, “con un claro propósito sexual” en un “ataque a su libertad o indemnidad sexual”.

El tribunal andaluz ha desestimado el recuerdo de la defensa y mantiene la doctrina de que "cualquier acción que implique un contacto corporal inconsentido con significación sexual en la que concurra un ánimo libidinoso implica un ataque a la libertad sexual y, como tal, ha de ser constitutivo del delito contra la libertad sexual". Además, no pone en duda el testimonio de la víctima ni de los testigos, frente a la versión exculpatoria del procesado, que apuntaba a que existían "dudas razonables sobre la voluntariedad del condenado con su gesto hacia la niña", que ella interpretó de forma diferente a la verdadera intención del hombre.

La versión acreditada

Según expone la sentencia de la Audiencia, la niña relató en el juicio “de forma clara y coherente” que el 20 de febrero de 2019 iba andando con su amiga por la calle Cruz cuando el acusado se puso detrás de ella, le cogió el culo con una mano y se fue. La denunciante insistió en que no fue un roce, sino que le agarró el cachete. Entonces ella empezó a insultarle, él se paró y le explicó que se había tropezado, pero no le pidió perdón.

La menor manifestó que un muchacho que venía de frente le preguntó si el procesado la había tocado. El joven llamó a la Policía y, pasados unos minutos, los agentes se personaron en el lugar.

Este relato de los hechos coincide, a criterio del tribunal, con el de la amiga de la supuesta víctima, quien añadió además que vio cómo el acusado se cambió la correa del perro de mano y se acercó “mucho” por detrás.

El chaval que avisó a la Policía también acudió a juicio como testigo y declaró que tras escuchar a la niña gritar, le ordenó al encausado que se parase porque iba a llamar a la Policía. El ahora condenado, señaló este testigo, dijo que no había hecho nada. Tampoco refirió que rozase a la niña sin querer (como hizo en el juicio).

Para el tribunal, ha quedado acreditado que el acusado agarró el culo a la chica “con un claro propósito sexual” en un “ataque a su libertad o indemnidad sexual”, algo que ahora confirma el TSJA.

El encausado negó lo sucedido y alegó que ese día, al ir caminando con su perra por la calle Cruz, el animal le tiró y golpeó accidentalmente a la niña con la mano con la que sujetaba la correa, que era corta; que el golpe fue a la altura de la cintura, por lo que no sabía que le había tocado la nalga a la chica; que se giró, le pidió disculpas y, a los dos metros de recorrido, ella empezó a gritar “guarro”.

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