La Zona Franca está harta de esperar a que el Ayuntamiento de Cádiz repare las patologías que presentan las gradas del Estadio Carranza y que tantos problemas de filtraciones están causando a sus inquilinos, especialmente a los de los juzgados que tiene allí la Junta de Andalucía. El último Comité Ejecutivo del Consorcio decidió aprobar por unanimidad de todos los miembros presentes autorizar que se inicien acciones judiciales para reclamar la ejecución de estas obras.

Pongámonos en antecedentes. El Ayuntamiento es el que promovió la obra de las cuatro gradas y el Cádiz Club de Fútbol es el concesionario de la explotación de todo lo que afecta al graderío y al terreno de juego. Por otro lado, la Zona Franca es la propietaria de todos los locales comerciales de los dos fondos, la preferencia y parte de la tribuna. Y esta tiene en esos locales a numerosos inquilinos, que son los que sufren los problemas de las filtraciones de agua y que a su vez reclaman a la Zona Franca.

Esto no es algo que esté sucediendo desde hace dos días sino que viene ya de lejos. Así, tal y como se refleja en uno de los informes de un técnico de la Zona Franca, las filtraciones se producen desde el mismo momento que se adquirieron los espacios, que en lo que se refiere al Fondo Norte se trata de 2008.

En el año 2014, todavía con el gobierno del Partido Popular al frente del Ayuntamiento, el Consorcio hizo un informe sobre las patologías que presentaba el estadio y se le pidió al Ayuntamiento que tomara medidas para corregir estos problemas. Como desde el Consistorio se hizo caso omiso, en noviembre de 2015 se hizo una reiteración de la petición que también cayó en saco roto.

De este modo, en marzo de este año la Zona Franca encargó un informe completo de todas las patologías del Estadio a la empresa SGS que abarcara todos los bajos de la grada y que se entregó al Ayuntamiento en junio. Ante tanto silencio, el Consorcio ha decidido plantarse y ya va a estudiar la posibilidad de llevar a los juzgados los daños que presenta el estadio.

La Zona Franca presiona al Ayuntamiento para que actúe, pero entre medias la Junta de Andalucía e incluso la junta de jueces y algunos juzgados en particular, no han parado de realizar requerimientos y quejas por los problemas de las filtraciones.

El informe de SGS, al que ha tenido acceso este periódico, resume los problemas en varias circunstancias. Una de ellas es que hay una falta de limpieza en la red de saneamiento de aguas pluviales en las diversas zonas del graderío. Esto hace que el agua tenga que buscar una salida y lo haga finalmente por las juntas de dilatación que termina cayendo sobre los techos de los locales comerciales.

También se refleja una falta de mantenimiento de los sellados entre los paneles de hormigón que conforman la grada. Otra de las causas es la inexistencia de una chapa de recogida de agua bajo gradas en algunas zonas y también que el diseño del sistema de evacuación de aguas pluviales no es estanco, "ya que la envolvente no es impermeable al agua", tal y como se refleja en el informe.

El director de Infraestructuras de la Zona Franca expone en la petición que hace al comité ejecutivo y con el respaldo del informe encargado a SGS, que dado que "la responsabilidad del mal diseño, ejecución y mantenimiento corresponde al promotor de las obras", que en este caso es el Ayuntamiento, y por otra parte, el propietario-usuario de la cubierta de la edificación (grada) a la que solo tiene acceso el Cádiz. C.F, pide que se tomen medidas legales para que subsanen las patologías que presenta el estadio "y para que los inquilinos instalados en los locales propiedad del Consorcio no sufran las consecuencias".

En el informe de SGS se habla de un buen número de deficiencias en la construcción del Estadio Carranza. Por ejemplo, literalmente advierte que "el sistema empleado de gradas independientes de elementos prefabricados, con solape y montaje machihembrado de unas sobre otras y sellado de juntas para el encuentro con elementos tanto verticales como horizontales, acentúa la aparición de este tipo de patologías al incrementarse en gran medida el número de uniones y encuentros de elementos". Este caso dice que con el paso del tiempo se van originando fisuras y aperturas de las juntas de dilatación y construcción por separación de elementos que podrían seguirse incrementando en el tiempo. Y si hay más huecos, más agua se puede colar.

El informe de SGS también es palmario cuando asegura que "si llegado el caso se produjese un aumento del número de locales con problemas de humedades similares a los observados, se podría hablar de una disfunción generalizada, para estas zonas del edificio restauradas, debido ya sea a una inadecuada selección del sistema y materiales utilizados o a una ejecución deficiente de los trabajos de impermeabilización. Por lo anterior, en relación a su estanqueidad, se aprecia que el estadio no responde a una filosofía de estanqueidad con plenas garantías".

El delegado especial del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Alfonso Pozuelo, asegura que tras esta decisión "no hay ningún tema político" y se circunscribe al tema técnico y a que "no podemos esperar más. Hemos pedido en numerosas ocasiones que actúen y no se ha hecho y nosotros tenemos a unos inquilinos que se están viendo afectados por esta situación".

Pozuelo afirma que el acuerdo del comité ejecutivo se ha mandado a la secretaría general del Ayuntamiento, pero a la vez se enviará otro escrito personalmente al alcalde, José María González, que también es el presidente del Consorcio de la Zona Franca, para que tome medidas al respecto.

En los informes se pueden ver algunos de los efectos que tienen las lluvias en estas instalaciones. En una de las imágenes, como la que acompaña esta página, se puede ver a uno de los juzgados con cartones en el suelo para poder absorber parte del agua que se filtra desde los graderíos del Estadio Carranza y en otras el techo lleno de humedades.