Nvitados por el pintor escenógrafo Chaves, pasamos el día de ayer a su estudio para examinar las decoraciones y autómatas que presentará en la próxima Feria del Frío. Ya hace tres años, 1900, el escenógrafo Chaves logró atraer a todo el público gaditano a su espectáculo. Los niños de Cádiz escucharon entonces a sus padres que ellos también habían sido acompañados de sus progenitores para admirar los misterios del Nacimiento de Dios y los divertidos paseíllos de La Tía Norica y del clásico Cristobita.

En estos tres años que han pasado, el artista Chaves ha construido cincuenta nuevos autómatas de gran tamaño. Sus movimientos sorprenden y tienen un vestuario lujosísimo con todos los detalles de la época que representan. Recomendamos a todos el nuevo espectáculo, que estará colocado en las cercanías del Mercado de la Libertad. Treinta son los telones nuevos y en todos se dejan ver la mano del artista. El templo de Salomón, la casa de José y la Vista de Jerusalén causarán enorme admiración.

El ambiente que se vive estos días en la llamada Feria del Frío es verdaderamente extraordinario. La concurrencia es numerosa y todos disfrutan de los numerosos atractivos que ofrece esta clásica diversión gaditana. Hemos visto también por las calles a grupos cantando alegres villancicos acompañados de panderetas, zambombas y demás instrumentos propios de las fiestas que se avecinan. La exhibición de autómatas que ofrece el teatro de Chaves está siendo muy favorecida por el público. Accediendo a numerosas peticiones, el empresario ha determinado dar representaciones de La Tía Norica y La astucia de Luzbel diariamente a las dos y media de la tarde.

Los precios serán muy económicos, al igual que en las funciones de noche. El cinematógrafo de La Rosa ve agotadas sus localidades a diario. El dueño ha comprado diversas partituras del director de la banda de música del Regimiento de Pavía para ejecutarlas en su excelente órgano.

Los tiros al blanco de la Feria del Frío están a rebosar, pues como ya hemos dicho en alguna ocasión, el gaditano siente verdadera pasión por estos pim, pam, pum.