Viaje a los secretos del Monumento

El profesor José Antonio Merino presenta hoy en la Diputación un libro titulado 'El Monumento a las Cortes, Constitución y Sitio de Cádiz' que relata su historia desde su concepción hasta la actualidad

José Antonio Merino, posando con su libro ayer en la redacción de 'Diario de Cádiz'.
Pedro M. Espinosa / Cádiz

26 de junio 2012 - 01:00

Todos los gaditanos conocen el Monumento a las Cortes de la plaza de España. De hecho en Cádiz ya se ha llegado al tuteo, ha perdido el apellido y con decir el Monumento no hay quien ignore a cuál se refiere. Lo que no todos saben sin embargo es que el Monumento aún no se ha inaugurado oficialmente, que no se finalizó hasta 1929, mucho después de la celebración del Centenario de La Pepa o que es el único en toda España que rinde homenaje a la primera Carta Magna del país.

Para desentrañar todos estos secretos y muchos más, el profesor José Antonio Merino Calvo ha escrito el libro titulado: El Monumento a las Cortes, Constitución y Sitio de Cádiz que será presentado a las ocho de esta tarde en la Diputación Provincial, cuyo Servicio de Publicaciones se ha encargado de editarlo.

José Merino estuvo ayer tarde en la redacción de este diario y contó que ha tardado unos cuatro años en terminarlo, ya que ha tenido que sacar tiempo a su labor docente en el Instituto gaditano de La Salle. La idea surgió por su apasionamiento por la escultura pública en la ciudad. "Un amigo me dijo que podía hacer un libro del Monumento a las Cortes y tras comprobar que había cantidad de información, gráfica e histórica, comprobé que había material suficiente",

En el libro se hace un repaso por la historia del Monumento desde que en 1911 salió a concurso su construcción. "Se presentaron 16 proyectos, y tras la primera criba quedaron cinco". Finalmente el ganador fue el del arquitecto Modesto López Otero, y Aniceto Marinas fue el escultor. El premio ascendió a 25.000 pesetas. "El Monumento tardó 14 años en terminarse y en medio hubieron parones de varios años por los problemas de siempre, la falta de dinero". Dice José Merino que el hecho de que nunca se inaugurara oficialmente se debió a que primero coincidió con la dictadura de Primo de Rivera, posteriormente se invitó a Alfonso XIII a hacerlo aprovechando su visita a la Exposición Universal de Sevilla del 29 pero no acudió a la ciudad, como tampoco lo hizo Alcalá Zamora, presidente de la República, pese a que estaba invitado y el Ayuntamiento incluso había preparado un acto de inauguración. "Luego llegó la dictadura de Franco y ya se ha olvidado. Hasta nuestros días".

José Antonio Merino considera que el Monumento necesita una restauración "en profundidad desde hace mucho tiempo", porque en los últimos 25 años se le ha "lavado la cara tres o cuatro veces, como esta última vez, que ahora mismo está de dulce comparado con como estaba hace unos meses, cuando un compañero y yo hicimos las fotografías para el libro, pero aún quedan por reparar daños estructurales, como alguna grieta importante, o esculturas a las que le faltan partes. De todas formas, si no se ha hecho ahora, para la celebración del Bicentenario, tampoco albergo muchas esperanzas de que se vaya a hacer nunca".

El libro tiene 250 páginas y Diputación pretendía, al menos en principio, que su precio de venta al público fuera de entre 15 y 20 euros. Merino ha realizado un gran trabajo, recabando fotos desde su construcción hasta los últimos actos celebrados en él, pasando por maquetas, cómics, sellos, carteles, fotografías o ilustraciones, muchas de ellas cedidas por los fotógrafos de este medio, postales desde los años 30 o fotos del archivo municipal. También viajó a Madrid para documentarse en el archivo del Congreso de los Diputados o en la Biblioteca Nacional. "Hay que tener en cuenta que el concurso para su construcción lo sufragó el Gobierno, y todos esos datos están en sus archivos".

También ha encontrado Merino dos monumentos a La Pepa, en forma de obelisco, en hispanoamérica, concretamente en la localidad de San Agustín de la Florida, en el estado americano del mismo nombre, y otro en Comayagua, en Honduras.

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