Parecía que iba a ser imposible. Incluso desde el sector inmobiliario se asumía que mucho tendría que bajar el precio de salida para encontrar comprador, que no estaba la cosa para realizar inversiones millonarias.

Y al final, se ha vendido. Era la vivienda más cara que estaba en el mercado gaditano: 2,7 millones de euros. Un espectacular chalé, uno de los últimos que quedan en Cádiz, de 500 metros cuadrados de residencia y una parcela de 1.139 metros cuadrados. Con los impuestos, tasas e inmobiliaria el precio final llegaba a los 2,9 millones de euros.

Finalmente se ha vendido, según las fuentes consultados, por algo más de 2 millones de euros, tras una bajada que en todo caso ha mantenido esta residencia entre las más caras de la ciudad. La operación ha sido gestionada por la inmobiliaria Puertatierra.

El chalé es la antigua residencia de la familia Cerón, propietaria hace décadas de la editorial Escelicer, el diario La Información y la librería Cervantes. El chalé ocupa una de las esquinas de la plaza de San Severiano, a pie de la avenida de la Marina.

No ha trascendido si el comprador, procedente de Sevilla, es un inversor privado o una empresa inmobiliaria, teniendo en cuenta que la parcela tiene autorización para la construcción de viviendas, con capacidad para más de una veintena de pisos, lo que haría rentable la operación realizada teniendo en cuenta que se sitúa en una de las zonas más caras de la ciudad, en la entrada a Bahía Blanca.

Hace ya unos veces, promotores gaditanos estudiaron la viabilidad de esta operación: comprar el chalé para construir viviendas, sin embargo el elevado precio de la venta obligaba a sacar al mercado los apartamentos a un coste con difícil salida.

Hace apenas unos días una destacada constructora hispalenese, Grupo Abu, cerró la compra con el Ayuntamiento del solar de Cooperativa, donde levantará 51 viviendas de alta calidad.

En los últimos cinco años se ha incrementado el número de chalés de la ciudad que se han derribado para ser sustituidos por nuevas promociones de viviendas. Ya apenas quedan en pie una treintena de estas construcciones, algunas de las cuales están vacías o reutilizadas para fines comerciales.