Ha sido un palo para el puerto de Cádiz y para las navieras. Ambos han perdido muchos millones de euros y de dólares durante el tiempo en el que ha estado suspendido el tráfico mundial de cruceros por culpa del coronavirus.

Pero ya parece que se ve la luz al final del túnel. A nivel internacional, por ejemplo, en Estados Unidos se están llevando a cabo pruebas piloto qué pronto irá dando como resultado una nueva forma de viajar en crucero.

En España, fue el sábado pasado cuando llegaba la esperada noticia de que el Gobierno, para algunos más tarde de lo debido, levantaba la suspensión de los atraques en los puertos de España de cruceros internacionales.

Los operadores y empresarios portuarios coinciden en que se trata de una “gran noticia”. Así lo califica, por ejemplo, Rafael Fernández, presidente de Cadiz-Port:“Es una oportunidad para el sector turístico que, como sabemos, supone para nuestra ciudad una importante inyección económica”.

Todos confían en que Cádiz reaparezca pronto en los mapas de las grandes navieras

Fernández confiesa que le consta que las navieras “han estado haciendo una carrera de fondo durante este tiempo, elaborando planes que se adapten a la nueva situación sanitaria para poder ofrecer a sus huéspedes la mejor de las experiencias pero, ante todo, seguridad”. Una prueba de ello se ha vivido, sin ir más lejos, en Navantia, elegido por algunas de estas navieras para llevar a cabo la puesta a punto de sus barcos, según recuerda el presidente de Cadiz-Port.

Por su parte, el portavoz sindical de los estibadores, Juan Pablo Bermúdez, muestra también su satisfacción porque le consta que “mucha gente del puerto viene pasándolo muy mal desde que se suspendió el tráfico de cruceros y, por fin, van a poder ahora retomar su actividad y dejar de perder y de vivir en la incertidumbre”.

Eduardo Pérez, del colectivo de Amarradores del puerto, considera vital que se siga cumpliendo con las máximas medidas de seguridad, “y el puerto de Cádiz lo está haciendo para convertir el de Cádiz en una especie de puerto burbuja”. Pero entiende que el crucerista, cuando llega a un destino lo que quiere es salir a conocer la ciudad.

Por eso, este experimentado amarrador afirma que ”no creo que la vuelta a la normalidad sea tan rápida como lo fue la suspensión, que fue de un día para otro”.

Gema Rosso, directora en Cádiz de Baleares Consignataria, cree que las navieras dejarán pasar ahora el verano, de manera que el tráfico habitual se pueda recuperar, “eso espero”, a partir de septiembre. “Estamos todos locos por empezar pero hay que tomar las medidas que sean necesarias para no dar pasos hacia atrás en el tema de la pandemia”. De ahí que Rosso quiere pedir “calma” y “cordura”, porque “no podemos olvidar que hay aún personas contagiadas y personas que contagian”.

La directora de Baleares Consignataria sabe de primerísima mano que los barcos están asumiendo un protocolo a bordo “muy estricto a la vez que complicado”. Rosso quiere destacar el papel tan importante jugado por Puertos delEstado en el levantamiento de la suspensión de los atraques de cruceros internacionales:“Son los que más nos han apoyado”.

Bernardino Copano, en nombre de Apemar, reconoce, por su parte, que “las navieras tendrán ahora que volver a poner en marcha su maquinaria y todos tendremos que luchar mano con mano para que Cádiz reaparezca en el mapa de las navieras”.

Jesús Otero, de Europea Group, recibe también con optimismo la noticia, a la vez que defiende la necesidad de unas estrictas medidas sanitarias y un “fuerte compromiso por parte de las compañías de cruceros que genere no sólo confianza en el crucerista sino también en el conjunto de la ciudadanía de los puertos que visiten los cruceros”.