La parcela que ocupara antaño la escuela de enfermería Salus Infirmorum y que posteriormente se convirtió en la residencia universitaria La Sal va a salir a subasta el próximo 1 de marzo con un precio superior a los 7,1 millones de euros.

Este solar, que está situado en la avenida Duque de Nájera frente al Olivillo y la estatua de Simón Bolívar, tiene un superficie de 988 metros cuadrados y una posible edificabilidad de 6.385 metros. La subasta se va a llevar a cabo en la notaría de Manuel Ignacio Cotorruelo Sánchez el citado día 1 de marzo y, si no se presentara ninguna oferta, se llevaría al 27 de marzo y al 24 de abril como último intento.

El último proyecto que había para este solar lo iba a promover Promociones Fuentemar 2004. Constaba de una residencia universitaria con 54 habitaciones de tres plantas con un bajo comercial que iba a ocupar un supermercado. Este promotora había comprado el solar a un familiar de María Abaurrea, fundadora de Salus Infirmorum, que había heredado el terreno. La empresa tenía incluso en el mes de noviembre de 2008 la licencia de obras para iniciar el equipamiento universitario, pero la llegada de la crisis ha provocado que el proyecto nunca se haya llevado a cabo y que finalmente tenga que sacarse a subasta.

La intención que tenía en su día Promociones Fuentemar 2004 era la de firmar un acuerdo con la Universidad de Cádiz ya que incluso el proyecto había seguido las directrices y los consejos del vicerrectorado de Infraestructuras sobre las prestaciones que ha de tener una residencia de estudiantes, incluidos los precios mensuales. A cambio Fuentemar iba a ceder a la UCA algunas de sus habitaciones para sus compromisos con profesores o personas vinculadas al mundo universitario que visitaran la ciudad y precisaran de alojamiento.

En concreto el edificio iba a tener un sótano con garaje para 26 plazas de vehículos más unos bicicleteros y en la planta baja se iba a situar la recepción y el supermercado. Ya después los tres siguientes pisos albergarían las 54 habitaciones de las que iba a contar la residencia universitaria. Cada una tendría aproximadamente 20 metros cuadrados y estarían dotadas de cocina, frigorífico, aire acondicionado y conexión wi-fi.

Después habrían una serie de espacios comunes como lavandería, sala de televisión y terraza entre otros.

Esta parcela se ubicaba el chalé que el pintor Felipe Abarzuza se construyó a principios del siglo XX y la escuela de enfermería Salus Infirmorum que María Abaurrea fundó en 1953 y en la que se impartieron clases hasta 1995. En esa fecha se trasladaron a las dependencias del Obispado en la calle Hospital de Mujeres como previo paso a la adquisición del edificio en la calle Ancha que actualmente es su sede. La residencia, de momento, se queda en el cajón y en un mes saldrá a subasta.