El sueño de un editor

Federico Joly Velasco apostó hace 150 años por un periódico "independiente por carácter", convirtiéndolo pronto en el referente de la prensa gaditana

Federico Joly Velasco y Federico Joly Diéguez, en el patio de la Imprenta de la Revista Médica. / D.c.
J. A. Hidalgo

16 de junio 2017 - 06:00

El 16 de junio de 1867 Federico Joly Velasco ponía en la calle el primer número de Diario de Cádiz. Nacía como periódico de "noticias, literario, científico y de anuncios". Pero nacía, sobre todo, como un periódico independiente

Federico Joly Velasco compró la Imprenta Médica, donde trabajaba desde pequeño

"Nos ocuparemos con toda preferencia de los intereses materiales y morales de Cádiz y su provincia, hoy, por desgracia, tan abatidos (…) Pero no por eso nos haremos la ilusión de creer que nuestra humilde voz sea bastante poderosa y elocuente para remover los obstáculos que se oponen a que nuestro comercio y nuestra industria salgan de la postración que a todos afecta (…) Lejos de nosotros el promover polémicas que casi siempre perjudican la causa que se defiende. Antes bien, procuraremos en todo tiempo discutir con las armas de la razón y de la justicia, que son las únicas que pueden producir la luz en toda clase de cuestiones(…) Independiente por carácter, no nos prestaremos a ser órganos de nadie. Como no nos ciegan las pasiones de estos tiempos, no nos moverán los odios que no sabe abrigar nuestra alma, ni resentimientos personales, que no tenemos, guiarán jamás nuestra pluma".

Así versaba el editorial que abría la primera página del nuevo matutino. Auténtica guía para todas las generaciones de periodistas que han trabajado desde entonces en esta casa y uno de los primeros ejemplos del concepto de "periodismo moderno" en España.

Este "independiente por carácter" se convertirá así en el santo y seña del Diario y, sobre todo, chocará de bruces con lo que hasta ese momento era la prensa tanto en Cádiz como en el resto de España: medios escritos al servicio de las distintas ideologías políticas presentes en el día a día del país.

Pero si esta forma de plantearse el nuevo medio de comunicación será esencial para explicar el rápido éxito que obtuvo Diario de Cádiz, hasta convertirlo pronto en el más leído de la provincia y en un referente de la información en Andalucía, Joly Velasco se planteará también la gestión del nuevo producto con una clara visión de editor de periódico. No será el mero empresario que se desliga de sus contenidos o el impresor que no va más allá de la calidad física del producto. Federico Joly se implicará en todo el proceso: los contenidos que se ofrecen en sus páginas, la gestión del negocio o la apuesta por llegada de las nuevas tecnologías.

Será así un referente en el periodismo español integrándose en el aún más que reducido grupo de editores de prensa que forman parte ya de la Historia de la prensa, que tuvo como precursor a Manuel de Santa Ana con La Correspondencia de España y décadas más tarde, a los Godó en La Vanguardia, a Nicolás María de Urgoiti con El Sol o a los Luca de Tena con Abc.

Federico Joly Velasco sacó a la calle la primera edición de Diario de Cádiz un 16 de junio de 1867. Culminaba así su deseo por contar con un diario propio por el que venía luchando desde unos años antes.

Asentada como empresa periodística en la sede de la Imprenta Médica, los primeros meses e incluso años de vida van a ser especialmente intensos: la revolución de 1868, la caída de Isabel II, el reinado fallido de Amadeo de Saboya, la I República, el cantonalismo y el retorno de la monarquía con Alfonso XII. Todo ello se plasmará de forma magistral en las páginas del Diario, como reconocerán sus competidores y quienes han estudiado este periodo histórico a través de las colecciones del periódico de Joly.

Desde una visión liberal progresista muy enraizada con el Cádiz de la Constitución de 1812, se apoya la monarquía constitucional y democrática que active el desarrollo social y económico del país. Defensor acérrimo de la libertad de prensa, durante los momentos más álgidos del periodo revolucionario, el matutino no podrá salir a la calle durante nueve días. En su retorno, realizó un relato comedido y completo de todo lo acontecido durante ese silencio obligado.

En junio de 1878, Federico Joly Diéguez asumirá la dirección del Diario de Cádiz mientras que su padre mantendrá la gerencia del periódico y de la Imprenta Médica. Entre los dos formarán un equipo único, perfectamente sincronizado, lo que sirvió de acicate para el crecimiento que experimentará el Diario en esas décadas.

Licenciado en Medicina, Joly Diéguez se implicará de lleno en el día a día del periódico hasta el punto de ver afectada su salud. Escribirá editoriales y piezas excepcionales. Todas defendiendo a Cádiz y su provincia y denunciando el abandono que ésta sufría desde los respectivos gobiernos. Las crónicas sobre la guerra de Cuba, con corresponsal propio en la colonia, serán referentes en la prensa nacional.

Con él nacerá la edición de la tarde, primero como una forma de informar a los lectores de las pruebas del submarino de Isaac Peral, después, como una forma de completar la edición de la mañana y, finalmente, como un periódico totalmente diferenciado del matinal. El éxito será tal que será conocido popularmente como La Hojilla, superando en ventas a la edición de la mañana. Este vespertino se mantendrá hasta que el recorte del papel tras la Guerra Civil obligue a su desaparición en 1941.

Federico Joly Díez de la Lama asumirá la dirección y gerencia del Diario en 1924 a la muerte de su padre. Reforzará la presencia de la fotografía en las páginas del periódico (la primera saldrá en 1897) con la creación del taller de fotograbado, pondrá en marcha el sistema telegráfico y de teletipos, en muchos casos por delante de la prensa de Madrid.

Sin duda, Díez de la Lama afrontará los años más complicados del Diario, parejos a los del propio país. La Guerra Civil y la dictadura franquista marcarán el rumbo del periódico, constreñido por una férrea censura y, en el inicio de los cuarenta y los cincuenta, una dura crisis económica que llevará a Díez de la Lama a dedicarse plenamente a la gerencia de la empresa dejando la dirección en otras manos. Como su padre y su abuelo, su capacidad de gestión permitirá asentar a la empresa con éxito.

Contará Díez de la Lama como estrechos colaboradores con sus hijos Federico y José Joly Höhr. Entre los tres encauzarán los malos tiempos y situarán a la compañía como una de las más rentables y prestigiosas de la prensa española. La celebración del centenario, en 1967, será el momento para la puesta en marcha de la primera rotativa, referente de la expansión iniciada desde ese momento.

Diario de Cádiz ya llevaba décadas formando parte íntima de la vida de los gaditanos, fuese cual fuese su situación económica o su ideología. Lo que no salía en sus páginas es que no había ocurrido.

En 1976 se pondrá en marcha Industrias Gráficas Gaditanas, Ingrasa, que pronto se convertirá en la mejor imprenta en Andalucía; en 1984 se apuesta por sacar a la calle Diario de Jerez, mientras se trabaja en la salida de ediciones específicas para San Fernando, El Puerto y Chiclana del propio Diario. En 1989, el Campo de Gibraltar verá la salida de Europa Sur. De forma imparable se participa, junto a grandes diarios regionales del país, en el nacimiento de la agencia Colpisa y de Taller de Editores.

La prematura muerte de José Joly Höhr en 1987 llevará a su hijo, José Joly Martínez de Salazar a ocupar el cargo de consejero delegado, con un nuevo relevo generacional ya en marcha.

La modernización técnica del Diario irá pareja a la entrada de jóvenes periodistas en la Redacción, que traerán un nuevo estilo en la información para un país y una sociedad en profundo cambio.

Líder en la provincia, la empresa decide dar un paso más adelante, siguiendo el rumbo iniciado en 1867. Nace Diario de Sevilla en 1999, convirtiéndose en un éxito periodístico y al que le seguirán nuevos periódicos en Córdoba, Huelva, Granada, Málaga y Almería.

El ilusionante proyecto iniciado por Federico Joly Velasco el 16 de junio de 1867 se ha convertido, 150 años después, con la certera dirección de sus editores y el trabajo de su plantilla, en el primer grupo de comunicación en Andalucía y en el más antiguo de España.

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