Como si fueran los Reyes Magos de Londres. La puntualidad fue británica en la maratoniana jornada matinal del cortejo, gracias al trabajo del personal de la Delegación de Fiestas y la colaboración de miembros de la Asociación de Reyes Magos de Cádiz. Cinco minutos después de la hora prevista, las 13.15, llegaba el autobús turístico a la plaza de San Juan de Dios con los Reyes, el Cartero Real y la Estrella de Oriente tras visitar diversas instituciones de la ciudad. Germán García, el recolector de cartas, presumía de artesanía en su indumentaria. Su amigo Juandi Aragón creó para el cartero unos botones muy gaditanos con las caras de los leones de correos.  Baltasar, el cantante Lucas García, y sus pajes llevaban un maquillaje no muy pronunciado. Más bien mulatos. Era el más demandado por el público dada su fama como artista, por lo que las numerosas fotos y apretones del público no le sonaban a chino. 

En la pasarela entre la estatua de Moret y el Consistorio esperaba mucho público. Moda navideña en los lujosos disfraces de los protagonistas, con especial atención al vestido de la Estrella, Anabel Rivera, que lucía un llamativo tocado. Avanzaba la comitiva con muchos fotógrafos cangrejeros delante, que es como llaman en la Semana Santa de Sevilla a los que andan hacia atrás mirando de frente los pasos. Lento avance, eso sí, provocado por la paciencia demostrada por todos ellos ante las peticiones de la ciudadanía. Y si los cinco protagonistas se lo pasaban en grande, sus acompañantes no le iban a la zaga. Manuel Estrella, el presidente de la Audiencia Provincial, llevaba en su séquito de Rey Gaspar al sacerdote marianista Ignacio Sánchez Galán y a su hermano Fernando, que fue Rey Melchor en 2006. En el capítulo de anécdotas, una señora se dirigió a Baltasar para decirle que había comprado todos sus discos, sin saber separar un personaje de otro.    

En un salón de plenos abarrotado, Gaspar expresó su deseo de que los niños de Cádiz hayan sacado buenas notas, Melchor cumplió con la tradición de mandarles pronto a la cama y Baltasar recomendó a los presentes la compra de un disco de Andy&Lucas que él había escuchado "por Oriente". El Cartero Real aseguraba que había llenado más de diez baúles con las cartas a los Reyes y dio las gracias a los que le han dado "el cariño que necesitaba estos días", después de sufrir la pérdida de su madre al inicio de la Navidad.  

Desde muy temprano pasó el cortejo por las residencia de ancianos de Matías Calvo o Alvernia. En el hospital universitario Puerta del Mar se encontraron, afortunadamente, con un escaso número de niños ingresados. De Afanas a la Comandancia de la Guardia Civil el bus turístico fue escoltado por un coche de la Benemérita. Fue una intensa mañana previa a la cabalgata vespertina.