Cádiz

El Ayuntamiento se queda solo en el tramo final del Plan Plaza de Sevilla

Vestíbulo de la terminal férrea sobre el que irá el futuro hotel de la Cadena Barceló.

Vestíbulo de la terminal férrea sobre el que irá el futuro hotel de la Cadena Barceló. / Julio González

El desarrollo del Plan Plaza de Sevilla, la operación urbanística de mayor relevancia en el casco antiguo de Cádiz a la espera de que se ejecute la reordenación del suelo portuario, ha dado un significativo vuelco en lo que respecta al cumplimiento de los plazos de las obras por parte de sus protagonistas.

Si hasta ahora era el Ayuntamiento el que tiraba del carro general, el que había logrado desatascar este proyecto y el que parecía que iba a quedarse solo en su desarrollo, finalmente se ha quedado atrás ante la falta de financiación, por la dependencia que tiene de los fondos europeos, y la lentitud en determinado procedimiento administrativo.

Por el contrario, la otra parte, conformada por la iniciativa privada y Adif, el administrador público de infraestructuras ferroviarias, que iba varios pasos atrás ha acabado por dar un acelerón que le ha llevado a adelantar al Ayuntamiento.

Adif, por lo pronto, ya ha adjudicado la última obra que tenía pendiente, tras rebajar de forma ostensible sus obligaciones con el Plan Plaza de Sevilla.

Así, en unas semanas comenzarán las obras de remodelación de la parcela de su propiedad donde irá un aparcamiento en superficie, así como la urbanización del viario frente al acceso a la terminal de 1905 y paralelo a ésta.

En manos privadas está el Mercado Gastronómico, que recogió velas debido a la pandemia, ahora está de nuevo activado, con el proceso de cierre de nuevos clientes y próximo inicio de las obras que podrían alargarse por un año, una vez iniciadas, e incluso menos.

El Grupo Barceló está ultimando con el Ayuntamiento algunos aspectos de cómo será el hotel que construya sobre el edificio del vestíbulo de la estación.

En este caso, uno de los principales puntos de fricción era la altura del edificio. Directivos del grupo hotelero indicaron esta semana, durante un encuentro nacional, que la intención era cerrar todo este proceso antes de que concluya este año, y así poder iniciar las obras del hotel.

Con estas dos obras, Adif ya tendrá la posibilidad de abrir, por fin, el edificio del vestíbulo de la estación férrea que se terminó de construir hace más de 15 años aunque nunca se ha puesto en uso.

Frente a este avance, más o menos ágil, el Ayuntamiento se ha visto mermado en su capacidad de actuación, a pesar de que fue el gobierno municipal el que impulso un nuevo acuerdo con Adif que reactivó el desarrolló del Plan, paralizado durante años. Por el mismo, la ciudad se quedó con los 3.500 de suelo de la empresa pública en la avenida de Astilleros a cambio de urbanizar la avenida del mismo nombre y el parque de la Muralla.

A la vez, la empresa municipal Aguas de Cádiz está a punto de concluir las obras de instalación de la nueva canalización de la red de saneamiento y abastecimiento que recorre toda la avenida de Astilleros y que dará servicio a todos los equipamientos que van a componer el complejo de Plaza de Sevilla.

Es decir, el trabajo municipal ha puesto los mimbres para el desarrollo de la parte privada y estatal en este complejo, y sólo ha podido avanzar en lo que ha sido ejecutado por una empresa municipal, con mayor agilidad de actuación que el mismo Ayuntamiento.

Lo cierto es que, el gobierno municipal está a expensas, inicialmente, de los fondos que pueda recibir de Europa a través de los Next Generation, pues ha incluido la nueva avenida de Astilleros y el parque de la Muralla entre sus peticiones.

También tiene la alternativa de obtener fondos con la venta del solar que ha pasado a sus manos en la misma Avenida. Una vez que el Estado descarta construir allí la nueva Comisaría, tiene algunas propuestas privadas para hacerse con su propiedad, lo que le permitiría ingresar dinero para iniciar las obras de la nueva arteria.

En este último caso, los trámites administrativos desde el Ayuntamiento se están dilatando en el tiempo más de lo esperado, lo que dificulta su puesta en el mercado.

Una última alternativa que permitiría al gobierno municipal recuperar el tiempo perdido, es contar con financiación procedente del remanente de tesorería que, cifrado en 15 millones de euros, se acaba de anunciar y que queda por repartir salvo los 5 millones que el alcalde, José María González, ya anunció para Valcárcel.

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