El simple hecho de desplazarse de un lugar a otro se puede convertir en un auténtico calvario para una persona que sufre una discapacidad física. Una realidad a la que se le da la espalda al no ser un colectivo que haga demasiado ruido para que sea atendido. Pero en el día de hoy, los gaditanos y las gaditanas con movilidad reducida se ha echado a la calle para que se les escuche y puedan disfrutar de un transporte interurbano accesible y en condiciones dignas que les permita viajar de una localidad a otra de la provincia de Cádiz. 

Decenas de personas con movilidad reducida han tomado esta mañana la avenida Juan Carlos I para reivindicar que los autobuses que operan dentro del Consorcio Metropolitano de Transportes de la Bahía de Cádiz sean accesibles para poder viajar sin perder medio día en su intento al ver que los vehículos que operan en cada uno de los servicios no están adaptados, cuentan con rampas averiadas o van llenos. 

La Asociación Gaditana de Personas con Discapacidad Física (Agadi) ha convocado esta mañana a este colectivo para que se escuche su voz y las administraciones tomen cartas en el asunto para facilitar la vida a estas personas. La manifestación ha partido a las 12 de la mañana de la puerta del Centro de Valoración y Orientación (CVO), que se encuentra en el Fondo Sur del Estadio Ramón de Carranza. Los asistentes han virado hacia la avenida Juan Carlos I en dirección hacia la glorieta Ascensión García Ortiz y Alberto Jiménez Becerril, cortando el tráfico en los carriles en dirección a San Fernando. Ya en la rotonda, han tomado la calle Alcalde Manuel de la Pinta para acabar la concentración en la glorieta de la Zona Franca, lugar en donde se encuentra la sede del Consorcio Metropolitano de Transportes de la Bahía de Cádiz. Alli, se ha leído un manifiesto para pedir a este organismo un transporte interurbano accesible. 

Junto a esta reivindicación, también se ha sumado la petición de un blindaje legal del transporte adaptado que se realiza desde las propias entidades sociales para atender las necesidades de las personas con movilidad reducida a las que atienden. Para ello, piden que, a través de la normativa, se facilite la labor de estas organizaciones con unos requisitos que sí puedan cumplir con sus propios fondos para contar con furgonetas adaptadas con las que realizar estos desplazamientos.