El origen del barrio de La Laguna de Cádiz
De andar por casa
Este populoso barrio gaditano nació a partir de unas huertas que se encontraban entre la cuarta y quinta plazoleta del Arrecife de Cortadura
La historia del barrio de La Laguna está ligada en gran parte a Servando Martínez del Cerro Acaso y Elena Gomez-Pablos y Aramburu. El matrimonio Martínez del Cerro Gómez-Pablos se casó en 1894 y se trasladó a París a vivir los primeros años. El se dedicaba a llevar una representación del negocio del vino de la bodega que tenía, donde está actualmente la Barriada de la Paz. Tras tener dos hijos en París, la familia decidió volver en 1900. El matrimonio con sus dos hijos estableció su residencia familiar en la plaza de Mina, 11.
Estando ya en Cádiz, Elena Gómez-Pablos probó la leche que había en esa época en Cádiz y notaba que estaba adulterada, por lo que se le ocurrió comprar una vaca. Esta se alojó en la planta baja de la casa donde había una cochera, que sirvió de establo durante un tiempo. Los niños pudieron tomar leche fresca y, de paso, algunos amigos y vecinos.
Pero un día la vaca dejó de dar leche y hubo que comprar otra. Mientras tanto, Servando tenía una oficina de representación de vino de la bodega familiar, pero tuvo que ocuparse en localizar un terreno donde tener dos o tres vacas.
De este modo, encontró un terreno que ocupaba el camino de la hoy avenida Marconi y en 1910 adquirió unas huertas a los herederos de Simón Bruzón Gallet, excepto la de uno de ellos, que no vendió. En esos terrenos no se podía construir porque era zona de tiro de los militares pero eso no era ningún obstáculo para poder tener vacas allí.
Como la leche se vendía muy bien porque sus vacas no tenía tuberculosis, Servando Martínez del Cerro montó una vaquería, situada en lo que hoy es la calle Murillo y Avenida Marconi, y fue comprando más terrenos para dar de comer a estos animales. Por ello, construyó en esa época más de 40 pozos para regar el pasto que comían las vacas en un terreno que iba desde Avenida Marconi hasta la Telegrafía sin hilos, propiedad esta última de la familia de Thomas Haynes.
Donde hoy se encuentra el estadio de fútbol estaba el punto más bajo y se acumulaba el agua de lluvia que no salía de forma natural porque la carretera y la vía del tren lo impedía, de ahí que se le llamaba La Laguna.
En esos terrenos se encontraban también un polvorín y la casa del brigada que custodiaba el mismo. La primera casa que se construyó fue la llamada Virgen del Rosario, seguidamente se construyó otros grupo con el nombre del abecedario y más tarde con las letras del alfabeto griego. Ya más tarde vinieron unas que tenían el nombre de una sílaba como Villa Sol, Villa Paz o Villa Cruz y con los nombres de la familia. De esta forma, poco a poco fueron poblando la zona con plantas y árboles y construyendo lo que se consideraba un pequeño paraíso.
Todo cambió cuando el alcalde de la época, José León de Carranza, construyó el estadio de fútbol, para lo ce calificó aquel terreno como uso deportivo y terminó comprando cuarenta mil metros cuadrados. Esto no impidió que se recalificara el terreno que está entre el estadio y la avenida, donde el Ayuntamiento construyó los primeros edificios de diez plantas que están en la plaza de Madrid. Justo a partir de ese momento , La Laguna se revalorizó.
Ya fallecido Servando Martínez del Cerro, sus hijas María y Clara vendieron muchas parcelas a promotores que construyeron los edificios que hoy conocemos. También Clara y María aportaron suelo barato para construir viviendas sociales y colegios. Se edificó la barriada Santa Teresa, donde estuvo la vaquería y la barriada, San Miguel en la calle Sorolla, entre el estadio y el bidón, y el colegio Manuel de Falla. También las hermanas Martínez del Cerro Gómez-Pablos regalaron el suelo y pagaron íntegramente la construcción de la actual parroquia de San Servando y San Germán.
Y esto fue el origen del actual barrio de La Laguna que hoy conocemos como uno de los más habitados de Cádiz.
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