Esperando las doce de la noche de ayer, tras una madrugada con pocas horas de sueño, pese a ser una de las más largas del año por el cambio horario, las 45 trabajadoras de Limasa permanecían encerradas en la sede de la asociación de vecinos María Auxiliadora de Trille, cumpliendo así uno de los dos días de arresto a los que fueron condenadas por un delito de lesiones y alteración del orden público tras ser desalojadas por orden de la alcaldesa por agentes de la Policía Local el 26 de diciembre de 2011 de un pleno del Ayuntamiento, al que acudieron para reivindicar el pago de los salarios que se les adeudaban.

Al mediodía diversos colectivos ciudadanos, así como amigos y familiares de las limpiadoras acudieron a la sede vecinal para expresarles su apoyo, produciéndose momentos de emoción entre las encerradas.

Por otra parte, pasadas las doce de la noche del sábado, agentes de la Policía Local se personaron en la asociación de vecinos donde fueron llamando a cada una de las 45 trabajadoras que habían optado por la denominada localización permanente en lugar del arresto domiciliario, para cumplir juntas la condena, a las que identificaron mediante sus respectivos DNI e instaron a firmar un documento.

Las propias trabajadoras manifestaron que el hecho de pasar juntas el segundo día de arresto las había hecho más fuertes y agradecieron las numerosas muestras de solidaridad que habían venido recibiendo desde que a las doce de la noche del sábado iniciaron el encierro en la sede de la asociación.

Las trabajadoras tenían previsto incorporarse a las siete de la mañana de hoy a sus puesto de trabajo en distintos colegio y dependencias municipales de cuya limpieza se encargan.

La mayoría ya había cumplido en fines de semanas anteriores el primero de los dos días de arresto domiciliario, con lo que anoche terminaban la condena que les fue impuesta.