El Mercado Central "is wonderful"

Marítimas

Los cruceristas del buque inglés 'Queen Elizabeth' disfrutaron de los encantos de la ciudad, aunque la primera visita de este lujoso barco no dejó los beneficios esperados entre los comerciantes

El espectacular trasatlántico 'Queen Mary' atracado ayer en el muelle Alfonso XIII.
El espectacular trasatlántico 'Queen Mary' atracado ayer en el muelle Alfonso XIII.
J.m. Sánchez Reyes / Cádiz

17 de octubre 2010 - 01:00

Yohanna y Marty, jubilados ambos, forman un matrimonio californiano que se muere por las tapas, riqueza gastronómica de la que ya disfrutaron en Madrid en una anterior visita a España. Ayer, quejándose de que en Lisboa, la escala anterior, "no hay tapas", arribaron a Cádiz a bordo del lujoso trasatlántico 'Queen Elizabeth', que se estrenaba en la ciudad. Yohanna calificaba a Cádiz como "muy bonita y pintoresca" y la comparaba con California, donde no hay tanta "antigüedad" en calles y monumentos como en la Tacita de Plata. Al pie de la Torre Tavira apuntaba una curiosidad-casualidad: "Fui profesora de ciencias y con mis alumnos fabricamos muchas cámaras oscuras". Marty, su esposo, exclamaba que el "¡central market is wonderful!", que traducido resulta que la Plaza ha quedao preciosa. Dijo que además le había gustado la zona de compras, principalmente la Milla de Oro, por donde transitaban turistas mientras uno de ellos, con gorra de béisbol, fotografiaba al romano Columela en la plaza de las Flores.

La llegada del 'Queen Elizabeth', con 2.068 pasajeros, dejó ayer más prestigio que dinero. Los cruceristas del espectacular trasatlántico británico no desefundaron las de Ubrique como hubieran querido los comerciantes de la ciudad, que esperaban que la alegría en el gasto de los turistas fuera directamente proporcional al lujo del barco. "Se han subido muy pocos. Las ventas no han sido las esperadas. Esperábamos mucho, la verdad", decía frente a la estatua de Moret una empleada de los autuboses turísticos, popularmente llamados 'tosta-guiris'. En la misma línea se manifestaba Juan Marín, encargado de la zapatería Catchalot, en la calle San Francisco. "Los barcos de primera escala suelen ser muy buenos, pero no hemos notado nada. Hay muchos japoneses, eso sí", comentaba al finalizar la mañana.

Otro de los termómetros fiables para analizar la incidencia de la llegada de un crucero es la cámara oscura de la Torre Tavira. Su gerente, Belén González, decía ya por la tarde que apenas 20 cruceristas del 'Queen Elizabeth' habían visitado este emplazamiento del antiguo palacio de los marqueses de Recaño. A la veintena de turistas británicos le enseñó la previa de 'Diario de Cádiz' con la llegada del buque. Pero Belén, experta en estas lides, daba las claves de la jornada de ayer. "Yo trabajo hoy porque viene un 'Aida', buque alemán, que siempre trae a unos 200 visitantes a la Torre Tavira. Los más, por su cuenta, aunque algunos por touroperadores", reconocía. El 'Aida' compartió muelle con el 'Queen Elizabeth'. "A todos los alemanes les chifla Cádiz y salen muy contentos de su visita", añadía la empresaria. También destacaron los empleados del bus turístico el buen negocio que hacen cuando a Cádiz viene un 'Aida'.

Uno puso el glamour y el otro, el rendimiento. Algo es algo.

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