Cádiz

La Junta apuesta por demoler el edificio del Olivillo y reconstruirlo

  • Un estudio de detalle sobre su estado concluye que es "irreparable" Un nuevo inmueble, idéntico, albergaría el Centro de Transferencia Empresarial

El Olivillo albergará un Centro de Transferencia Empresarial vinculado a la Universidad de Cádiz. Este anuncio lo efectuó el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, Fernando López Gil, el pasado mes de octubre. Explicó que este proyecto, conjunto con la institución académica gaditana, contará con financiación concreta de fondos europeos, a través de las Inversiones Territoriales Integradas (ITI). En concreto, se contempla (en una sola anualidad) una partida de 3.636.000 euros, y en cuanto la Junta de Andalucía reciba ese montante -se estima que será el próximo mes de enero- se abonará a la UCA la subvención excepcional para que inicie la licitación del proyecto y todos los trámites pertinentes.

Eso sí, el edificio del Olivillo no va a ser rehabilitado para acoger el nuevo centro que agrupará actividades de transferencia e innovación, favorecerá la visibilidad de sectores empresariales, y permitirá a los universitarios convertir un proyecto en una idea de negocio o de empresa. Según un estudio de detalle encargado por la administración andaluza y que fue presentado el pasado mes de marzo, el estado físico del edificio es "irreparable". En el documento, al que ha tenido acceso este periódico, se señala la "inestabilidad estructural" y "ruina técnica" del equipamiento, y se desaconseja "cualquier operación de demolición parcial y apuntalamiento" al encontrarse en "un estadio previo al colapso" que hace "impredecible el alto riesgo existente". Por todo ello, se habla de sustituir la edificación en ruina por una "de nueva planta", "sensible con el entorno y que mantenga la tipología y el lenguaje del edificio preexistente".

Así, el nuevo inmueble respetaría "la posición, forma y volumen del original", obra del arquitecto Sánchez Esteve. Eso sí, no se construiría "el cuerpo añadido de terrazas que altera la simetría del conjunto" y se apuesta por la recuperación de "los elementos originales perdidos a lo largo del tiempo, como las pérgolas".

Tras este informe, la Junta apuesta por la reconstrucción del Olivillo, aunque la última palabra la tendrá la UCA, ya que será la institución la que deberá encargar el proyecto definitivo del nuevo Centro de Transferencia Empresarial y, por tanto, decretar la solución. No obstante, tras lo expuesto por los expertos en el estudio de detalle, la administración regional considera prácticamente inviable otra opción.

El equipamiento, de 3.516,28 metros cuadrados y ubicado en la avenida Duque de Nájera, lleva 30 años clausurado y fue cedido por la administración autonómica a la Universidad gaditana en 1998 por un período de 50 años. Ya en un estudio técnico del inmueble que encargó la UCA en 2011 se advertía de su estado de ruina técnica. Y hace más de un año el Ayuntamiento obligó a la Junta a tomar medidas de seguridad y de protección para impedir la caída de cascotes.

Pero también hay que señalar que esta edificación (proyectada en 1937 y finalizada en 1941) está protegida. En el catálogo de protección del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aparece con un grado III de protección. Además, es considerada una de las mejores muestras de la arquitectura racionalista en Andalucía.

Cabe recordar que el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz ya anunció en 2013 la intención de la administración andaluza de derribar el Olivillo, con el compromiso de reconstruir su fachada. Y en ese momento ya apuntó la posibilidad de construir en ese espacio un Centro de Transferencia Empresarial y/o la sede del Campus de Excelencia Internacional del Mar (Cei.Mar).

Sin embargo, varios arquitectos consultados por este medio, como el entonces decano del Colegio de Arquitectos de Cádiz, Víctor Gómez, o Julio Malo de Molina expresaron su rechazo a la demolición. Aseguraron que, a pesar de su estado, existen medios técnicos que facilitarían su recuperación, y se mostraron contrarios a derribarlo y construir otro manteniendo el diseño de la fachada. Calificaron esta operación de "apaño".

En todo caso, es el Ayuntamiento el que tiene que autorizar el derribo de la infraestructura. En 2012, el anterior equipo de Gobierno rechazó la demolición de la Escuela de Náutica, anexa al Olivillo.

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