José Paniagua, un maestro ligado al arte en Cádiz
Retrato de otra época
En su época, restauró en la Catedral de Cádiz y en el Museo de pinturas de la plaza de Mina
El protagonista del artículo de hoy es José Paniagua Díaz, un apellido vinculado a la pintura, la restauración y la docencia en Cádiz.
José Paniagua nació el 22 de Marzo de 1915 en Trigueros (Huelva). Recién nacido se trasladó con toda su familia a Moguer, donde vivió sus primeros años de vida. Por motivos profesionales de su padre, desde muy corta edad se vino a vivir a Cádiz. En esta ciudad estudiaría bachillerato y lo compaginaría con los estudios en la Escuela de Artes y Oficios, situada en aquel entonces en la plaza de Mina, donde tendría el primer contacto con el mundo del arte que marcaría su vida y su profesión. En la Escuela de Artes y Oficios fue alumno de Pelayo Quintero y entró en contacto con pintores de la época como Manuel López Gil o Felipe Abárzuza. Seguidamente su familia se trasladó a Madrid, donde finalizaría sus estudios de bachillerato y comenzaría sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando.
En unos de sus frecuentes viajes a Huelva conocería en Cartaya a la que fue su mujer, Pepa Luisa García Ferriol, con la que se casó en 1950. En Madrid iniciaría su actividad profesional en el mundo del arte y de la prensa.
En ese periodo, entre sus obras restauradas estaba la iglesia de San Francisco El Grande en Madrid o el monasterio de Guadalupe en la localidad del mismo nombre. También dedicó gran parte de su vida a la docencia impartiendo clases en Madrid, en el colegio de Santa María de los Rosales o en San Estanislao de Kostka.
Su habilidad para el dibujo y su sentido del humor le hizo ser un gran especialista en el humor gráfico, siendo director de la revista Cucú y colaborando con varios periódicos, revistas y publicaciones como La Codorniz, El Almanaque Agromán, Don José o Diario de Madrid. Sus secciones de chistes fueron muy leídas en las publicaciones de la época, adquiriendo una gran fama y prestigio. También fue un gran caricaturista, inmortalizando a los personajes de la época.
Más tarde opositó para el Cuerpo de Agregados del Instituto de Enseñanza Media, obteniendo la plaza en el Instituto Zorrilla de Valladolid. Volvió a opositar y obtuvo la plaza para la Escuela de Artes y Oficios de Cádiz, donde se trasladó a vivir en diciembre de 1964 con su mujer y sus hijos, Pepa Luisa, Pilar y Carlos. Aquí se volvió a reencontrar con sus antiguos amigos y compañeros de la adolescencia. Compaginó su trabajo en la Escuela de Artes y Oficios con la docencia también en el colegio de San Vicente de Paúl desde 1967 a 1978. También impartió clases de dibujo en San Felipe Neri, en el colegio Amor de Dios y en el Instituto de Bachillerato Manuel de Falla, ya en 1980 con su plaza de catedrático.
En Cádiz también colaboró en la restauración en la Catedral, la iglesia de los Capuchinos o en el Museo de Pintura de la plaza de Mina. Durante su vida se dedicó mucho a pintar, y gran parte de sus obras recogen paisajes y rincones gaditanos, muchos de ello del Carnaval en sus plazas.
José Paniagua falleció en noviembre de 1997. Le inculcó a su familia la historia y el conocimiento de la pintura. Algunos miembros de la familia heredaron la vena artística del patriarca, como su hija Pepa Luisa Paniagua o su nieta Lucía Fernández Paniagua, quien firma sus cuadros con el apellido de su abuelo.
Agradecimiento a Pilar Paniagua por su colaboración y aportación de fotos en este artículo.
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