La Iglesia cierra 2017 con un ahorro de un 13%

La Iglesia diocesana sigue mostrando un saludable estado económico, según se desprende del balance económico correspondiente al pasado año que acaba de hacer público el Obispado con motivo del Día de la Iglesia Diocesana. La diócesis sigue con una espectacular escalada en sus ingresos, que el pasado año superaron en dos millones de euros a los de 2016 (que fueron, a su vez, de un millón de euros más que el año anterior), alcanzando la cifra total de 16.112.717,35 euros. Lo que ya permite un ahorro de hasta el 13% de esa cuantía, pese a mantener prácticamente intactos el régimen de gastos.

La clave de esa subida de ingresos reside en las operaciones relacionadas con las subvenciones de capital y las enajenaciones de patrimonio, que aportaron el pasado año un 14,35% del total de ingresos (2.312.174,94 euros, en concreto). Cifras que superan en más de dos millones de euros a las que por esos conceptos se venían recaudando en los ejercicios anteriores.

También creció en 2017 el que es el principal capítulo de ingresos de la Iglesia en Cádiz: su actividad patrimonial y económica (que aglutina el alquiler de inmuebles, financieros y determinadas actividades económicas). Esta partida se situó en los 5.088.396,14 euros el pasado año, muy por encima de cualquier otro ejercicio anterior, y más de medio millón de euros por encima de 2016. Estos ingresos supone un tercio de esa generación de fondos en favor de la Iglesia.

Junto al patrimonio y la actividad económica es la aportación que hacen los fieles -mediante las colectas habituales en las misas, las suscripciones y otras donaciones- durante el año. Capítulo este que sí que ha descendido casi medio millón de euros respecto al año 2016, recaudándose un total de 4.661.409,13 euros.

Los otros medios de ingresos para la diócesis se mantienen prácticamente igual que años anteriores; tanto la partida recibida por la declaración de IRPF (112.917, 27 euros menos que la asignada en 2016) como la relativa a servicios y subvenciones públicas corrientes (54.107,71 euros más que el año anterior).

Del mismo modo, el Obispado ha logrado mantener también sin grandes cambios el bloque de gastos durante el año 2017. La conservación y funcionamiento de los edificios de su propiedad se mantiene como la principal losa de la diócesis de Cádiz y Ceuta, manteniendo anualmente un aumento en el gasto que ya se ha situado en los 5.560.498,75 euros. Si se compara esta cifra con los ingresos que genera este patrimonio (5.088.396,14 euros), el resultado es negativo a los intereses de la Iglesia.

También ha experimentado un crecimiento este año el apartado relativo a la plantilla laboral que mantiene el Obispado en su día a día. La conservación de estos puestos de trabajo ya supone una dedicación del 20% de los ingresos percibidos, hasta alcanzar los 3.238.656,18 euros. De igual manera, el mantenimiento del clero diocesano ha supuesto en 2017 un aumento respecto al año anterior de 35.447,77 euros, pese a contar con dos sacerdotes menos en activo.

Lo que ha descendido un año más en la diócesis es la partida económica destinada a acciones pastorales y asistenciales. Casi 100.000 euros destinó a estos fines la diócesis en 2017 respecto al año anterior, sumando un total de 2.847.117,15 euros; aún así, a estos fines destina un 20% del total de gastos. Los gastos considerados extraordinarios, por su parte, también han sido inferiores respecto al año anterior, cifrándose en 267.471,10 euros.

El mantenimiento del Seminario Diocesano, que este año ha incrementado su financiación en unos 20.000 euros (siendo en concreto de 281.972,55 euros) redondea, a grandes rasgos, la actividad económica diocesana, cuyo balance arroja un saldo a beneficio del Obispado de 2.089.819,44 euros. Vuelve, por tanto, la Iglesia a gastar menos de lo que ingresa, como ya ocurriera en 2016 (que permitió un ahorro entonces de casi 100.000 euros); lo que reafirma que a nivel económico y de gestión la Iglesia gaditana respira una vez superada la crisis.