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Cádiz

Hosteleros y comerciantes esperan "como agua de mayo" la apertura

  • Decepcionados con el hospital, creen que la Ciudad de la Justicia traerá beneficios

Antonio Beardo tendría la sensación de que le ha tocado la lotería si no llevase ocho años esperando que construyan el nuevo hospital. Esa fue la razón por la que decidió abrir la cafetería restaurante La Taberna del Aviador en la Plaza Campo de la Aviación, justo enfrente de la futura Ciudad de la Justicia. "Estamos muy esperanzados -confiesa en cualquier caso-. Todo lo que sean centros de trabajo, oficinas y comercios nuevos que generen tráfico de clientes nos viene muy bien. Desgraciadamente, el proyecto del hospital ha caído en saco roto. Ahora esperamos que el de la Ciudad de la Justicia aterrice bien, porque lo esperamos como agua de mayo".

"Llevamos aquí ocho años y del hospital se lleva hablando diez. Fue lo que nos llevó a instalarnos aquí -insiste-. Esto era una zona muy deprimida, un barrio obrero, soy del barrio, y el hospital fue lo que nos animó. Hemos creado un punto de referencia, un negocio de calidad y el anuncio de la Ciudad de la Justicia puede ser un balón de oxígeno importante. Nos han venido muy bien el ambulatorio, Mercadona... Si pasan cien personas por tu puerta, diez entran. Y si aquí se instala un centro administrativo importante y pasan mil, pues entrarán cien. Ya eso depende del buen hacer del hostelero, de que sea capaz de dar una oferta atractiva y de saber crear una clientela".

A Irene Espinosa, propietaria de la cafetería Astarté, le ha tocado una también privilegiada segunda fila. "Todo lo que sea que se abran centros que atraigan clientela y generen movilidad es bueno. Hombre, me hubiese gustado más que fuese aquí al ladito -dice señalando en dirección al solar del hospital que nunca fue-, pero bueno, todo lo que esté cerca y en los alrededores a mí me viene de lujo. Llevamos abiertos unos dos años. Me hubiese encantado que el nuevo hospital saliese adelante, pero no ha podido ser. Quizá algún día sea posible ponerlo en marcha. Estoy contenta. Habrá más gente para desayunar, tendré que meter a más gente a trabajar, y esto es bueno para todo el mundo".

A Auxi, de la papelería y copistería Auxicopy, la única que hay en Loreto, cree que tampoco le va a venir mal la Ciudad de la Justicia, pero que le habrían venido mejor el hospital y la Facultad de Medicina. Sólo le preocupa que los abogados y los procuradores no estén de acuerdo con la ubicación y prefieran un edificio nuevo. "Aquí en Cádiz, uno nuevo es un lujo. No veo mal que se reutilice uno sin uso", dice. Y coincide con otros comerciantes en que quizá haría falta que se abriese un acceso a la espalda del edificio, por la calle Héroes de la Aviación, para facilitar el tránsito hasta la plaza.

Miguel Antonio Blanco, presidente de los comerciantes de Loreto y dueño del bar Medina, piensa que la Ciudad de la Justicia puede suponer una inyección económica, no solo para los bares, sino también para el pequeño comercio del barrio, "porque aquí lo pasan mal, rodeados por Día, por Mercadona...".

Además de dueño del Bar Medina, Miguel Antonio, es vecino de calle del almacén de tabacos. "Creo que es un centro administrativo que no puede molestar a nadie, en tanto que tendrán horario de oficina de lunes a viernes y los fines de semana podremos descansar tranquilos... No, no creo que hagan falta nuevos accesos hacia la barriada; allí ya hay dos salidas, solo hace falta habilitarlas". El presidente de los comerciantes maneja las grandes y pequeñas estadísticas del barrio, recuerda haber encabezado delegaciones negociadoras en tiempos difíciles y organizado muchos eventos. Parece el alcalde del barrio: "Aquí somos unos 13.000 vecinos, pocos más que en la misma Medina, tenemos 58 locales comerciales, 6 bares, una pescadería, una farmacia, una tienda de veinte duros... si quieres te doy más detalles... Hacemos lo que podemos, porque hay muchísima competencia... Aquí el soterramiento se notó mucho y para bien... y si me dicen que van a poner un hospital, la Ciudad de la Justicia o lo que sea, yo digo: a ver ¿dónde hay que firmar?".

En la otra punta del barrio, en la cafetería Alborada, su propietario también ve con buenos ojos la instalación de la Ciudad de la Justicia justo detrás de su negocio y el uso de los edificios vacíos. Pero apunta que habría que vigilar ciertas cosas, "porque ahí habrá de todo, también delincuentes; sólo hay que irse a los alrededores de los Juzgados de San José, donde la mitad de los locales los tiene quemado ese tipo de público".

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