Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

Cádiz

Hospital fantasma

  • El CHARE de La Janda es una mole vacía, cuya construcción se detuvo cuando estaba casi terminado

Lud, 36 años, saharahui, Yuyu para los amigos, es radiólogo y vive en un hospital. Hasta ahí todo normal. Ya no es tan normal que Lud, radiólogo, el guarda del edificio fantasma de Vejer desde hace siete años, viva en un hospital hueco, con sala de radio pero sin máquinas de rayos, sin camas pero con habitaciones, con quirófanos pero sin operaciones, sin médicos pero con consultas. El hospital es una carcasa. Pasillos vacíos, cables colgando, un silencio que provoca en Lud el temor al estrés del vacío, que él combate con un inquebrantable buen humor. Horas y horas, días y noches, meses y años, entre estas paredes, recorriendo cada uno de los rincones de estos 9.000 metros cuadrados abandonados, paralizados en el tiempo, donde las cabras actúan de jardineros y las palomas habitan los corredores de urgencias.

"¿No te vuelves loco aquí? Eres como Jack Nicholson en El Resplandor". A Lud se le ha pegado el acento cubano de todos los años de estudio en La Habana, donde se sacó la especialidad de radio, que en España no le convalidan. "Nooo, qué va, soy muy afortunado. Soy un inmigrante y tengo trabajo. Tal como han ido las cosas...". Aquí ha pasado Lud toda la crisis económica, desde que la constructora, Joca, entró en concurso de acreedores, en 2009, hasta ahora. De un simbolismo desarmante. "¿Y qué harás si algún día terminan el hospital y no necesitan un guarda de obra?" "Creo que algún día volveré a casa, a trabajar en lo mío. Aunque fíjate, ya casi me he hecho viejo en este sitio". "¿Y no has buscado compañía? Tener una mujer, una familia..." Sonríe con un poco de malicia porque Lud sonríe siempre en el hospital donde ejerce de anfitrión de los contados visitantes: "Soy músico, poeta y loco y, como dicen los músicos en Cuba: yo toco, recojo y me voy...", explica como filosofía de vida ante la caseta de obra que es su vivienda, situada junto a lo que tendría que haber sido el helipuerto, y donde se encuentra la inmensa maquinaria de generadores eléctricos que debería alumbrar el centro sanitario, instalada pero sin funcionamiento. Lo único que ilumina el hospital que no es hospital por las noches es la linterna de Lud, el solitario.

David vive en Barbate, pero vende cupones en la puerta del centro de salud de Vejer con gran éxito. Se conoce a toda la parroquia que es usuaria de este centro, en buena medida personas mayores que le llaman por su nombre y que buscan suerte en los números. Por él desfila el lamento por una promesa incumplida, la de que la comarca de La Janda pudiera contar a estas alturas con un hospital de alto rendimiento que diera servicio a más de 65.000 personas (el doble en temporada veraniega) que tienen que acudir hasta Puerto Real para acceder a la mayor parte de especialistas. "Estamos en la quinta puñeta. Y aquí, al menos, el centro de salud no está saturado. En Barbate, a las siete de la mañana, ya te encuentras gente haciendo cola para una analítica". ¿Y cuándo van a terminar el hospital de allí abajo? "Pregunte a los políticos, que seguro que le dicen cuándo no va a ser".

Fernando López Gil, delegado de gobierno de la Junta, contestó al encierro del alcalde de Vejer y sus concejales en el hospital abandonado -"qué miedo pasaron por la noche", se troncha Lud- haciéndose el ofendido: "Los trámites son los que son y no los puede acelerar el alcalde de Vejer con su encierro. Si eso fuese así, estaríamos todos encerrándonos todos los días. Lo único que ha conseguido es que exista una distorsión institucional muy mediática, pero que en nada ha servido para mejorar el problema de los ciudadanos". Bueno, sí, ya, pero cuáles son los trámites después de un parón en las obras de más de cuatro años con el hospital, presupuestado en 15 millones de euros y finalizado en un 97%. Cuáles son los trámites para poner los casi cinco millones de euros que faltan porque el parón ha encarecido el proyecto. Cuáles son los trámites después de que en 2012 la propia Junta dijera que sólo faltaba por poner 400.000 euros y la Consejería de Sanidad asegurara que la Junta sí estaba cumpliendo con Vejer. El pasado noviembre se licitó la reactivación de la obra y se dijo que, a más tardar, en febrero, se reanudarían los trabajos.

Estamos en febrero y nadie trabaja en el hospital fantasma. Ni siquiera saben quién hará la obra en la venta Los Olivos, junto al hospital, que se las prometía muy felices hace ocho años, cuando anunciaron el lugar donde se iba a instalar el centro, justo al ladito. Los cinco empleados de la venta Los Olivos se imaginaron un trasiego incesante de clientes, incluso la necesidad de hacer la venta algo más grande. "Pero ya ves -dice su encargado a la hora del desayuno con sólo dos parejas desayunando y la máquina de café resoplando un único café-, bastante tenemos con sostenernos los cinco que estamos aquí porque la cosa ha estado pero que muy mal. Dijeron que ya tendrían que haber empezado las obras y esto está como siempre. Pero como ahora hay elecciones...".

Una veintena de empresas se interesaron en las últimas semanas por hacerse con la adjudicación y esta semana se conocerá el ganador, según anunció Susana Díaz en su acto de precampaña electoral. Muy mitinera, después de esta inexplicable demora, la presidenta lanzó como un gran anuncio la adjudicación de las obras porque "queremos una sanidad pública de calidad. También les molestará que lo diga...", concluyó, con una referencia, se supone, a su partido rival. La Sanidad en el tablero político del tú más. Como dice el empleado de la venta Los Olivos: "Pero como ahora vienen las elecciones..."

Igual que hay un Lud en Vejer, hay un Lud en Lepe. Y hay una carcasa de hospital idéntica a la de Vejer. Igual que en Vejer hay una excavadora detenida para el movimiento de tierras y hay un cartel herrumbroso con el símbolo de un saxo, que es la imagen de marca de Joca, la empresa de ingeniería y obra civil extremeña a la que se le adjudicaron las obras en 2007. Joca, en cuya página web figuran decenas de trabajos terminados en numerosos puntos de España, entre ellos bastantes hospitales, incumplió el ritmo pactado de ejecución por el incumplimiento en los plazos de pago de la Administración. Esto hizo que, en la cascada a la que nos hemos acostumbrado durante la crisis, Joca tuviera problemas para pagar a sus proveedores, al punto de llegar a la decisión de acudir al concurso de acreedores en 2012. Pudo acabar con otros proyectos, pero no con los dos de Andalucía. La asfixia de la Junta llevó a la asfixia de la adjudicataria. Nada demasiado nuevo, aunque sorprende que esto sucediera a falta,de, como decía la Junta, 400.000 euros que ahora son cinco millones de euros. Joca consiguió salvar la delicada situación de concurso y ha regresado a la actividad.

Las apuestas que corren en el pueblo apuntan a que Joca volverá a rescatar la adjudicación y será quien finalice el hospital, ya que son sus ingenieros y arquitectos los que conocen de primera mano el proyecto.

Sea o no sea Joca, si todo va bien, el CHARE (Centro Hospitalario de Alto Rendimiento) de Vejer, tan cacareado por los políticos de un bando y otro, estará en funcionamiento en algún momento de 2016. Tendría que haberse inaugurado en la Navidad de 2009. Ya ha llovido. Pero como ahora vienen las elecciones... "¿Qué piensas, Lud?" "Uy, yo de política no hablo. No soy de aquí". Y sonríe. El guarda del hospital fantasma siempre sonríe. Se trajo de Cuba, donde se hizo radiólogo, la sonrisa y su actitud ante la vida: "Todo tiene solución". "Menos la muerte". "Menos la muerte...", admite.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios