Es un procedimiento mínimamente invasivo, rápido y seguro que no requiere ingreso hospitalario. La emisión de agua en el área provoca una necrosis o muerte celular del tejido prostático que el cuerpo absorbe posteriormente de manera natural y, en consecuencia, elimina progresivamente los problemas ocasionados por el crecimiento prostático.
La diferencia fundamental con otros procedimientos es que se realiza de manera ambulatoria, mediante una pequeña punción, por lo que no requiere días de ingreso hospitalario. Otro de los beneficios que tranquiliza a los pacientes es que no afecta a la eyaculación, uno de los efectos secundarios que producen el resto de los tratamientos médicos.
La hiperplasia prostática benigna es un trastorno es un trastorno que en los próximos años se espera que aumente significativamente con el envejecimiento de la sociedad. No se trata de una enfermedad que ponga en riesgo la vida de los pacientes, pero sí que incide de forma significativa en su calidad de vida. El agrandamiento de la glándula prostática ocasiona que la uretra se comprima, reduciendo e incluso llegando a bloquear el flujo de la orina.
Hasta hace poco, la alternativa era un tratamiento con las técnicas clásicas como la cirugía abierta o la resección transuretral (RTU) de la próstata, en las que pueden existir complicaciones como la incontinencia urinaria, sangrado o disfunción eréctil y la eyaculación retrógrada. Técnicas más recientes y menos invasivas como la vaporización o la enucleación prostática con láser evitan muchas de esas complicaciones.
La incorporación del novedoso procedimiento Rezum se enmarca en el proyecto médico implantado por el Servicio de Urología de este centro. Un proyecto que asienta sus bases en la integración de nueva tecnología, en la mejora de la calidad asistencial y la incorporación de especialistas de reconocido prestigio y trayectoria profesional.