La Dirección General de Tributos (DGT)ha generado un cortocircuito de alto voltaje –el enésimo– en la puesta en marcha del bono eléctrico local de manera que han vuelto a saltar las chispas entre el equipo de Gobierno y el Partido Popular.
Como ya informó ayer Diario de Cádiz, Hacienda ‘tumbó’ hace nada menos que casi diez meses la posibilidad de que el bono eléctrico local se financiase a través de cuatro donaciones anuales de 600.000 euros de Eléctrica de Cádiz (EC) a la Fundación EC, deduciéndose la compañía el 30%de esas aportaciones.
La DGT considera que eso sería convertir a la fundación en “una mera intermediaria” con el fin de ahorrarse impuestos, “en perjuicio de la Hacienda pública”. Es la respuesta a una consulta vinculante hecha por la propia EC, presidida por el edil David Navarro, y por la fundación encabezada por el concejal popular José Blas Fernández.
Después de firmar un primer convenio, el edil del PP se ha negado a firmar otros dos precisamente por la duda sobre la legalidad de la donación y su deducción fiscal, posición que le puso en el objetivo de la campaña #PPblasfirmaya.
Por eso ayer el PP reaccionó acusando “al alcalde y a sus círculos” de “llevar cuatro años intentando defraudar a Hacienda a través de la Fundación EC para poner en marcha su programa estrella a través del PP”. Aseguran que “pudieron haberlo puesto en marcha hace años, pero prefirieron una campaña de mentiras que tendrán que cambiar por un #Kichifirmaya”.
Los populares exigen al alcalde “que pida disculpas públicas al PP por la campaña de acoso y derribo a José Blas Fernández [...] tras conocer que la DGT ha dictaminado que la fórmula elegida por Podemos –trasvasar dinero de la empresa a la Fundación EC para deducirse fiscalmente parte del importe dedicado al bono– es claramente ilegal”.
El PP lamenta que “durante tanto tiempo se haya utilizado a Fernández con el único objetivo de montar su particular chiringuito de asesores en el que favorecer a sus círculos a través de mesas sectoriales, cursos y talleres sufragados desde lo público”, y le agradecieron que se mantuviera firme.
“Lo que pretendía el alcalde era directamente una prevaricación: usar a sabiendas de que era ilegal una fundación como intermediaria para ahorrarse impuestos en base a una donación simulada”.
Los populares acusan a Podemos de “haber utilizado nuevamente a las familias sin recursos para hacer política”.
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