El barrio de La Laguna ha perdido uno de sus negocios tradicionales más emblemáticos. El pasado jueves cerraba sus puertas la tienda de fotografía Fotoprens, que en 1978, en el número 1 de la plaza Esquivel, abrieron el matrimonio formado por Concepción Pereira del Pozo y José María Abelleira Gutiérrez. Ley de vida: la jubilación de ambos ha sido la causa del cierre.

“Parecía que nunca iba a llegar la hora, aunque a mí me gusta este trabajo”, explica Concepción, Conchi para sus allegados y clientes. Pero no fue fácil mantener el negocio en un sector con constantes cambios. “Tuvimos muchos años buenos, gracias a Dios, antes de las crisis. La del 92 más o menos la pasamos bien, pero con la de 2008 se puso ya la cosa más difícil porque coincidió con el boom digital y los clientes dejaron de revelar las fotos. Eso nos perjudicó”, reconoce.

No hubo más remedio que reciclarse. “Nos fuimos reinventando para sobrevivir. Los cambios nos cogieron con cierta edad, pero nos pusimos al día con los programas para tratar fotos, como el Photoshop, y así encontramos otra fuente de ingresos que perdimos con el adiós del revelado”, señala. Y admite que “sin adaptarnos a la revolución digital no habríamos salido adelante. Ya por último nos enviaban por WhatsApp las fotos que querían sacar en papel. Hasta ese punto hemos llegado”.

La revolución digital obligó a Conchi y José María a reciclarse para poder subsistir

Otros tiempos, otras formas de consumo. Aunque “todavía se hacen muchas fotos de carnet”, el revelado tradicional pasó a mejor vida hace mucho. “Hace ya un año y medio o dos que cerraron los laboratorios con los que trabajábamos y no podíamos enviarles los escasos negativos que nos traían para revelar. Algún romántico que traía un carrete o estudiantes de fotografía. También se nos acabaron los carretes a la venta cuando cerró la tienda de la provincia que nos surtía”, relata Conchi.

“La tienda dio para sacar adelante a la familia, aunque fue muy sacrificado, como habitualmente es el comercio”. A la vez que el negocio de La Laguna mantuvieron unos años, en verano, una tienda en un centro comercial de Valdelagrana de papelería y fotografía, con prensa y revistas y útiles para la playa. “Este se llamaba Fotoprensa y al cerrarlo le dimos un nombre nuevo al de la plaza Esquivel: Fotoprens”, apunta.

Conchi Pereira hace hincapié en dar las gracias a la confianza que en su negocio depositaron durante 45 años “mis buenos clientes de siempre, de toda la vida”. No en vano “a muchos de ellos les hemos hecho las fotos del bautizo, la comunión y la boda. Ha sido muy emocionante despedirnos de los clientes”.

Ahora, Conchi y su marido vivirán “más relajados”, con el objetivo de “viajar con más tranquilidad, que durante 45 años solo podíamos hacerlo en los puentes”. Concluye que “el negocio está para seguir con sus clientes. Vamos a ver si lo traspasamos o de lo contrario alquilaremos el local”. Esperemos que en cualquier caso el vacío tarde poco en llenarse.