Cádiz

Las primeras calores invitan a la Flampa a exigir a Educación el Plan de Bioclimatización de los colegios

Ventanas abiertas este miércoles en el colegio público Carlos III.

Ventanas abiertas este miércoles en el colegio público Carlos III. / Lourdes de Vicente

El inusual calor de abril que ha hecho acto de presencia esta semana ha recuperado una antigua demanda de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnas y Alumnos (Flampa Gades): la necesidad de que la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, ponga en marcha en la capital gaditana el Plan de Bioclimatización para los colegios e institutos públicos. Al respecto, la presidenta de la Flampa, Montse Quintero, lamenta que la Junta “se haya olvidado de Cádiz para aplicar este plan”, recordando que el cambio climático “provoca ahora que tengamos un verano adelantado en primavera y otro que se prolonga hasta entrado el otoño”. Esto ocasiona “que los alumnos y alumnas tengan que estar en clases con temperaturas muy elevadas”.

También señala Quintero que la Flampa lleva “más de tres años” reclamando la puesta en marcha de un Plan de Bioclimatización que, según anunciaba la Junta el año pasado, se ponía en práctica en centros del interior de la provincia, donde la Agencia Pública Andaluza de Educación aseguraba tener en marcha los trabajos para la instalación de sistemas de bioclimatización y energías renovables en 29 centros, con una inversión de más de 4,2 millones de euros,17 en colegios y 12 en institutos, la mayoría en Jerez, aunque también programados en centros de Villamartín, Bornos, Jimena de la Frontera, Medina Sidonia, San José del Valle y San Martín del Tesorillo.

No solo el calor suscita cada año las demandas de la Flampa. En enero de 2021, con motivo de la gran ola de frío ocasionada por la borrasca Filomena, ya expresó la necesidad de dotar a la Ley de Bioclimatización de presupuesto “y con carácter de urgencia”. Por entonces, la obligatoriedad de abrir las ventanas de las aulas para evitar concentraciones de CO2 que ayudasen a propagar el Covid, ocasionó una destacable incomodidad en el alumnado, obligado a recibir las clases con los abrigos y chaquetones puestos.

Al mismo tiempo las elevadas temperaturas conllevan una preocupante sequía. Por ello, según explica Quintero, son varios los centros educativos públicos de la ciudad que realizan acciones encaminadas a concienciar al alumnado de la necesidad de no derrochar agua y tomarla como un bien preciado. Ahora, con estas prolongadas calores, el alumnado consumirá más agua para refrescarse, cobrando así más sentido los talleres y actividades que los centros realizan con el preciado líquido como tema central.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios