José Mira Monllor se dedicó toda su vida a la fabricación de helados. Nacido en Alicante hace 96 años falleció el pasado martes rodeado de su numerosa familia.

Allí, en Alicante, contactó por primera vez con el mundo de la elaboración de los helados. Trabajó en las primeras fábricas, donde aprendió el oficio, para marchar después a Vigo, Marruecos, hasta acabar en Rota donde ya residía un familiar desde hacía un tiempo. En el año 1946 decidió dar otro paso adelante y se vino a Cádiz, donde montó su propio negocio. En la calle Bendición de Dios abrió una fábrica para la elaboración del producto y un pequeño despacho para atender al público, ampliando después el negocio con otro local en la plaza de San Juan de Dios, en la esquina con la calle Nueva.

Casado con Milagros Sempere Pérez, tuvo cuatro hijos, José, Juan Antonio, Francisca y Trinidad, a los que con los años se fueron uniendo nietos (que ya trabajan en la empresa) y bisnietos.

El mayor de sus vástagos, José, ya fallecido, se unió pronto al negocio y con él comenzó su expansión por Puerta Tierra, donde Helados Mira está presente en la Glorieta Ingeniero la Cierva, y en los números 19 y 26 del Paseo Marítimo.

Durante décadas, Mira ha sido, junto a Los Italianos, las dos únicas heladerías de renombre de la ciudad. Junto a los helados de nata y tutifruti, sus dos sabores preferidos, José Mira fue ampliando la gama de sabores y, ya sus herederos, han ampliado horarios a lo largo de todo el año, como el propio fundador de la firma había constatado durante su etapa laboral en el norte de España. /J. A. H.