El mundo de la hostelería está de luto. El rostro visible durante tantos años del bar El Laurel, en la confluencia de las calles Obispo Urquinaona, Doctor Dacarrete y Barrocal (junto a la plaza de Candelaria), fallecía en el día de ayer a las puertas de los 73 años que iba a cumplir el mes próximo. Y con la marcha de Julio Ruiz Mendoza se pone fin a una centenaria trayectoria de la familia en uno de los fogones más recordados de la ciudad, con platos estrella como el menudo, la merluza rebozada o las cabrillas en tomate.

Julio Ruiz se crió detrás de la barra de El Laurel, bar que heredó de sus padres y en el que estuvo al frente hasta que le llegó la hora de la jubilación; siempre acompañado de su esposa, María del Carmen Rodríguez, que también se jubiló hace dos años y que en 2013 recibió el reconocimiento del Ayuntamiento con motivo del Día Internacional de la Mujer. Desde ese momento, el negocio hostelero ha seguido en activo, pero ya sin la familia Ruiz al frente, gestionado por uno de los empleados de este matrimonio que tiene dos hijos, Alicia y Lolo.

El cuerpo de Julito el de El Laurel, como era conocido, se vela desde ayer en el Tanatorio Servisa de la ciudad, en cuya capilla se aplicarán a la una y media de esta tarde los oficios religiosos. Descanse en paz. / p-m.d.