Cádiz

Entrecatedrales cumple diez años en un estado de absoluto abandono

  • Los lucernarios que unen el mirador con la Casa del Obispo están rotos, buena parte de la solería en mal estado, el cerramiento de vidrio que protegen los restos están rajados y la vegetación crece sin control

El bello mirador Entre Catedrales acaba de cumplir una década, pero no luce a la altura de su aniversario. La plataforma que fue concebida como un hermoso mirador elevado frente al mar, a la par de convertirse en abrigo de los restos arqueológicos anexos a la Casa del Obispo, continúa en el más absoluto estado de abandono tras ser objeto de actos vandálicos, ofreciendo un aspecto de descuido bastante importante.

Pésimo estado de los lucernarios que unen el mirador con la Casa del Obispo Pésimo estado de los lucernarios que unen el mirador con la Casa del Obispo

Pésimo estado de los lucernarios que unen el mirador con la Casa del Obispo / Jesús Marín

No es la primera vez que la obra del famoso arquitecto Alberto Campo Baeza, recientemente nombrado Medalla de Oro de la Arquitectura, es noticia por el mal aspecto que ofrece en una zona que, además, tiene una gran afluencia turística.

Concretamente, exhibe completamente roto todo el sistema de lucernarios que se habilitó para conectar este mirador con la Casa del Obispo, que en su día fue objeto de polémica, dada las filtraciones y arrojo de desperdicios que se producían en el yacimiento. La plataforma que proyectó el prestigioso arquitecto vallisoletano pero gaditano de adopción era en voladizo, lo que provocó las protestas de la gerencia de la Casa del Obispo que, por cierto, continúa cerrada en muestra y seña del abandono de nuestro patrimonio más preciado. 

La solería del mirador tampoco está en buena forma, pues faltan numerosas baldosas, acusándose aún más la zona de la fuente, cerca ya de la baranda del mirador frente al mar. 

Por su fuera poco, bajo los cristales está creciendo además una extensa vegetación que sobresale en la zona más cercana a Santa Cruz, donde llama la atención la profusión y altura que alcanzan algunas especies. Un deterioro que se hace más evidente en la parte lateral del cerramiento del perímetro de vidrio que aguardan los restos de la segunda fase de la Casa del Obispo, que nunca llegaron a ponerse en valor.  

Transcurrido el tiempo, la polémica surgida en torno a la moderna plataforma pasó y el mirador se ha consolidado en el paisaje urbano de la ciudad, por lo que cuesta creer el vandalismo al que es sometido, y el abandono continuado de este equipamiento. 

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