Hace exactamente seis años, Emasa cerró una operación con Zona Franca por la que vendía los antiguos Talleres Faro, ubicados en el polígono exterior, por valor de 2,8 millones de euros; la mayor parte de ese dinero, dos millones de euros, se destinaron entonces al proyecto de construcción del aparcamiento subterráneo de la Plaza de Sevilla que el cambio de gobierno al frente del Ayuntamiento paralizó tras las elecciones de 2015. Y hoy, esa operación queda prácticamente en el olvido, puesto que el subterráneo nunca se hizo, y los dos millones de euros son ya historia de Emasa.

La empresa municipal de aparcamientos ha gastado prácticamente todo ese dinero, la inmensa mayoría en las diferentes inversiones que se han realizado en los últimos tiempos. De hecho, de los 2.000.168,29 euros que se ingresaron en la cuenta de Emasa el 23 de diciembre de 2014 tan sólo hay hoy disponibles 95.237,85 euros, según un informe al que ha tenido acceso este periódico. Esta cuestión ha generado cierta polémica desde las elecciones de 2015, ya que el Partido Popular defiende que esos dos millones de euros eran finalistas; es decir, tenían que emplearse sola y exclusivamente en la construcción del subterráneo de la plaza de Sevilla, algo que no comparte el actual equipo de gobierno (que cuenta además con algún informe técnico que avala su posición de que ese dinero se podía emplear en inversiones, como se ha venido haciendo).

Casi 1,8 millones de euros es la partida de inversiones que con cargo a esa operación de Talleres Faro se ha empleado hasta la fecha. Y en ese importe tienen cabida actuaciones y obras de todo tipo. El aparcamiento del Campo del Sur, por ejemplo, es un gran beneficiario de este ingreso extraordinario que recibió Emasa en 2014. Con esos 2 millones de euros se han reparado las filtraciones del aparcamiento (lo que supuso un coste de 467.097,90 euros), se ha instalado el nuevo ascensor (por 79.625,06 euros, de los que todavía hay pendiente de pago 3.376,99 euros), el sistema de alarmas y contraincendios (por 17.618,81 euros), la nueva cabina de control (para lo que se han empleado otros 45.625,30 euros), el circuito cerrado de televisión (con una inversión de 27.334,48 euros que incluye también la instalación en los aparcamientos de Cortadura, Calesas, Glorieta y Muelle Pesquero) o el nuevo sistema de control (por importe de 233.916,80 euros que incluye también la instalación en los aparcamientos de Glorieta y Cortadura). Más de 600.000 euros destinados en exclusiva a este aparcamiento del Campo del Sur (junto a otros 250.000 euros de una inversión compartida con otros estacionamientos de Emasa).

Además del Campo del Sur, se han hecho actuaciones en otros aparcamientos recurriendo también a esa partida económica. Es el caso del sistema de control de aforo y de reconocimiento de matrículas instalado en el aparcamiento de la Cuesta de las Calesas (14.272,56 euros), los sistemas de control de ese mismo estacionamiento (por 64.684,29 euros) y del situado en el Muelle Pesquero (por otros 59.248,50 euros); del sistema de detección de incendios del aparcamiento Glorieta (1.114,35 euros que están pendiente de pago), o de la implantación de los sistemas de monóxido en Cortadura y Glorieta (con una inversión de 20.230,17 euros).

Las novedades de la zona azul también han ido con cargo a ese fondo que dejó la venta de Talleres Faro. Los últimos 44 parquímetros se adquirieron con ese dinero (184.953,63 euros, en concreto, de los que aún quedan pendiente de pago 79.265,84 euros), así como los terminales para la gestión de esta zona azul (por importe de 9.438 euros, de los que aún debe Emasa 4.174,50 euros).

El aparcamiento de la tribuna del Estadio Ramón de Carranza también ha necesitado de una inversión (90.960,13 euros, en concreto) que se ha financiado con cargo a Talleres Faro. Así como las nuevas grúas (70.040,85 euros). Incluso los nuevos sistemas de movilidad por los que apuesta el Ayuntamiento se van financiando con este dinero obtenido hace seis años; tal es el caso de los bicicleteros instalados en el Campo del Sur (que costaron 4.552,69 euros), de puntos de recarga de vehículos eléctricos (para los que se han invertido con cargo a ese fondo 13.001,37 euros). Incluso el estudio sobre la implantación del sistema de alquiler de bicicletas que el Ayuntamiento y Emasa siguen teniendo pendiente por su costosa inversión inicial (estimada en 750.000 euros), se abonó con cargo a Talleres Faro; un estudio que costó 14.907,20 euros.

La propia plaza de Sevilla y la avenida de Astilleros bajo la que iba a ir el subterráneo frustrado han necesitado también de estos fondos. Especialmente la avenida, cuya “adaptación” se ha llevado 350.388,63 euro que junto a otras operaciones, intereses bancarios y demás trámites han dejado, seis años después, casi a 0 esa cuenta de Talleres Faro.