Cádiz

El Ayuntamiento vende Talleres Faro para pagar el párking de Astilleros

  • Traspasa su propiedad a Emasa antes de quedárselo Zona Franca por 2,2 millones de euros El aparcamiento, que se construirá con un socio privado, tendrá unas 200 plazas

El Ayuntamiento ha encontrado la solución para poder iniciar, en un plazo próximo, las obras del aparcamiento subterráneo en la avenida de Astilleros, equipamiento esencial para poder duplicar esta vía y convertirla así en la principal puerta de entrada, o salida, del casco histórico y su conexión con el puente de la Constitución de 1812.

La operación se realiza a cuatro bandas. En una primera fase participan el propio Ayuntamiento, su empresa de aparcamientos Emasa y el Consorcio de la Zona Franca; ya en la segunda se integrará un socio privado que construirá junto a Emasa este estacionamiento, como en su día pasó con el de Santa Bárbara.

Ayer se dieron dos pasos administrativos para activar esta operación, sobre la que se viene trabajando desde hace unos meses. Por una parte, el comité ejecutivo de la Zona Franca autorizó la adquisición de la antigua nave de Talleres Faro al Ayuntamiento de Cádiz por una cuantía de 2.272.027 euros; a la vez, la comisión municipal de Hacienda conoció esta operación, que se llevará al próximo pleno, y la ampliación del capital social de Emasa por la misma cuantía de la venta de la nave de Talleres Faro.

De esta forma, la Zona Franca dispondrá de una de las mayores naves existentes en el polígono exterior, con más de 6.000 metros cuadrados de superficie, para acelerar su ambicioso plan de reordenación de todo este suelo, y la Empresa Municipal de Aparcamientos dispondrá de liquidez para afrontar un proyecto que se le había enquistado al Ayuntamiento, la construcción del estacionamiento en la avenida de Astilleros.

A la vez que se aprueba esta operación comercial, se va a proceder a la modificación de la concesión administrativa de este subterráneo a Emasa, efectuada una vez no se logró la participación de ninguna empresa privada en los diversos concursos que el Ayuntamiento había ido organizando para la ejecución de este subterráneo.

Esta modificación de la concesión va a permitir a Emasa reducir de forma considerable el número de plazas que, en una primera fase, contará el aparcamiento y que ahora se limita a algo más de 200, algo menos de la mitad de lo inicialmente previsto. De esta manera se reducirán de forma considerable los costes y la ocupación de suelo y, sobre todo, facilitará la ejecución de un proyecto que deberá de estar concluido, o por lo menos ostensiblemente avanzado, cuando se abra a la circulación el puente de la Constitución de 1812, a fin de urbanizar la nueva avenida.

El Ayuntamiento espera conseguir con estos cambios, y con esta disponibilidad de fondos, un socio privado que participe en este proyecto. Lo cierto es que hasta ahora las empresas que en distintos momentos han mostrado su interés por este aparcamiento siempre han considerado que la extensión del mismo era excesivo, pues parte del mismo se alejaba demasiado de la plaza de Sevilla. Ahora, al proyectarse menos plazas los limites del estacionamiento estarán bastante próximos a este recinto.

Si el mercado así lo demanda y, sobre todo, si la crisis así lo permite, la segunda fase de esta operación se centraría en una pastilla que ocuparía la zona donde hoy se levantan edificios como la Casa del Mar.

Hace unos días la alcaldesa, Teófila Martínez, ya indicó a este diario que su intención era activar todos los proyectos que dentro del Plan Plaza de Sevilla corresponde ejecutar al Ayuntamiento de Cádiz,

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