Miembros de la Asociación de Vecinos Buena Vista, en la Barriada de la Paz, denuncian irregularidades en la gestión del presidente de dicha entidad, Rafael Lamela, y en las elecciones en las que él ha salido reelegido.

El tesorero de la entidad, Juan Agudo, afirma que esta AVV recibió una subvención del Ayuntamiento de 6.200 euros en 2012 para realizar actividades "y no se ha celebrado ninguna. Gran parte de ese dinero lo ha invertido el presidente en pagar una deuda a una empresa de limpieza sin consultar a la junta directiva". Añade que Lamela alquila las pistas deportivas y la sede de la entidad para celebraciones. De hecho, reparte publicidad de Mesón El Cojo para celebraciones con el sello y la dirección de la AVV. "Esto no se puede hacer", señala Agudo indignado, y añade que también alquila el salón para clases de baile para niños.

El tesorero de la entidad se pregunta: "¿Si no hay actividades, dónde está el resto del dinero de la subvención y el del alquiler de las instalaciones? Porque él no presenta facturas, sólo entrega una lista de gastos en los que incluye ONO, las recargas de su teléfono móvil, papel higiénico, reparaciones de la cisterna cada dos por tres...".

Juan Agudo señala que le advirtió a Lamela "que él no tiene que cobrarle nada a nadie, que cualquier tema económico tiene que llevarlo el tesorero. Pero él se niega".

Respecto a la asamblea para elegir al nuevo presidente, que se celebró el pasado viernes, señala que se presentaron dos candidatos: Rafael Lamela y el propio Juan Agudo. Este último denuncia que Lamela no cumplió los plazos para las elecciones, ya que debía haber presentado su dimisión 30 días antes y su candidatura con 15 días de antelación. Algo que, según Agudo, el anterior presidente no hizo. "Yo, cuando vi la situación y que no se había nombrado una junta electoral, presenté mi dimisión como candidato y no considero válida las elecciones", afirma Juan Agudo, quien añade que los socios que no están de acuerdo con cómo está llevando la asociación Lamela van a convocar una asamblea extraordinaria para elegir a un nuevo presidente.

Tanto el tesorero de la AVV como Manuel Domínguez -otro socio de la entidad- aseguran que Rafael Lamela "iba con los votos comprados a las elecciones y entregó a los socios un papel con su voto". Indican que coaccionó a los votantes amenazándolos con no cogerles la documentación necesaria para poder acceder a los alimentos que reparte Cruz Roja. Afirman que también "amenazaba con no alquilarles el local a las personas que querían hacer alguna celebración y con suspender las clases de baile de los niños". Añaden que Lamela ha llegado a dar de baja a socios que no estaban de acuerdo con él y, para volver a darles de alta, les ponía como condición que le votaran en las elecciones y pagaran seis meses de la cuota de socio por adelantado. Asimismo, "dio de alta a personas para las elecciones prometiéndoles la comida de Cruz Roja si le votaban".

Juan Agudo explica que el año pasado también hubo problemas en las elecciones, ya que Rafael Lamela "no estaba en condiciones ese día y la secretaria se marchó, presentando su dimisión al día siguiente. Las elecciones se suspendieron y yo, como tesorero, dije que había que repetirlas, pero este señor se negó diciendo que él es el que manda y que continuaba como presidente".

Agudo asegura que lo único que pretende es que Lamela "se marche, porque así no puede funcionar una asociación de vecinos, y no queremos que se cierre porque nos costó mucho ponerla en marcha".