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turismo | Consecuencias del brote de coronavirus en Cádiz

Dos hoteles de tres estrellas optan por reabrir sus puertas y plantarle cara a la Covid-19

  • El Regio abrió este lunes después de parón del virus y el siguiente en dar el paso será el Francia y París, que abre este jueves

La recepción del Regio, provista de su mampara de seguridad.

La recepción del Regio, provista de su mampara de seguridad. / Jesús Marín

Si en días pasados fue un cuatro estrellas, el hotel Spa Cádiz Plaza, el que daba el valiente paso de reabrir sus puertas después del cierre obligatorio impuesto por el Estado de Alarma, ahora le ha tocado a un tres estrellas, el hotel Regio, ubicado en la Avenida Ana de Viya.

Su director, Jorge Manuel Gil daba este lunes en persona la bienvenida a los clientes que ocuparán las tres primeras habitaciones en la era post covid.

El hecho de ser un hotel independiente, que no perteneces a ninguna gran cadena hotelera, ha dejado en manos de sus propietarios, la familia Gil, la decisión de abrir, de nuevo, sus puertas al público. Han querido, como era lógico, esperar la decisión tomada, en este caso, por el Gobierno de la Junta de Andalucía de permitir el tránsito de personas entre las provincias andaluzas e incluso entre regiones que se encuentren ubicadas en las misma fase 3. "Tampoco nos habría dado ningún beneficio abrir antes".

Jorge Manuel lleva a gala la historia de su establecimiento que regenta en compañía de su hermana Susana. Él lleva la Dirección del hotel, y Susana la parte administrativa. Cuenta como su padre hizo el hotel Regio y después el Regio 2, pero desde 1994 se convirtieron en dos empresas distintas.

El hotel Regio ha incluido una serie de señalizaciones para evitar el contagio del coronavirus. El hotel Regio ha incluido una serie de señalizaciones para evitar el contagio del coronavirus.

El hotel Regio ha incluido una serie de señalizaciones para evitar el contagio del coronavirus. / Jesús Marín

Su padre lo fundó en 1978, justo en el momento en que el hotel Playa antiguo cerraba sus puertas, "imagínese si tenemos ya historias que contar. Nunca ni nada ni nadie nos había hecho cerrar nuestras puertas hasta que ha llegado este virus. Ahora toca llenar sus 50 habitaciones, pero nunca hay mal que por bien no venga porque han aprovechado el cierre para llevar a cabo una serie de obras y reformas que tenían pendientes.

En cuanto a la adaptación del hotel en la lucha contra el coronavirus, Jorge Manuel Gil admite que "lo peor ha sido el tema de los suministros de empresa en temas relacionados con los epis, los geles, las columnas de geles... lo típico. Por lo demás nos hemos adaptado a la perfección a la nueva normativa y punto".

Uno de los cambios que han llevado a cabo es potenciar el checkin online. "Es decir, cuando el cliente llega al hotel ya se encuentra hasta el documento de admisión firmado, por lo que la entrada se hace de manera más ágil". De todas formas, el director y propietario del Regio admite que a su establecimiento llega todo tipo de clientes y aún hay muchos que prefieren el checkin tradicional.

La clientela de este tres estrellas suele mantener estancias de dos o tres días máximo durante la temporada baja y es, a partir de mayo o junio cuando ya empiezan las estancias más largas. "Suelen ser familias que vienen a disfrutar de la ciudad, de nuestras playas y de nuestra gastronomía"·.

"Tenemos el termómetro guardado en el cajón por si acaso". Es a lo que, según el director del Regio, les obliga la normativa. "Preferimos utilizarlo cuando se plantee alguna mínima sospecha. Nos parece que tomar la temperatura al cliente nada más llegar puede provocar situaciones algo agresivas".

Jorge Manuel Gil considera que "el verano ha quedado ya maltrecho. Veníamos de una dinámica muy buena desde 2015, que fue cuando empezamos a levantar cabeza después de la crisis".

En estas fechas ya están acostumbrados el hotel reservado casi en su totalidad para los meses de julio, agosto y parte de septiembre, pero este año la cosa no pinta igual, de manera que “barajamos que en julio nos quedemos más o menos en un 50% de ocupación, cuando en otros años no hemos tenido ni una habitación libre para esa fecha”.

De todas formas, dadas las circunstancias, y como el resto de hoteles, el Regio se mantiene firme y comprende la preocupación por parte del cliente, de manera que mantienen una política a su favor y si el cliente quiere anular su reserva se le devuelve íntegro el importe. “Lo bueno es que, en contraprestación, nos hemos encontrado con mucha clientela que opta por posponer la reserva para otra fecha y listo”.

El siguiente de la lista en abrir será el Hotel Francia y París, otro establecimiento de tres estrellas, también independiente y perteneciente a una sociedad limitada.

Será el próximo 11 de junio, según adelanta a este periódico su director, Pedro Ruiz. “Teníamos pensado abrir sobre el 20 o 21 de junio pero, viendo la evolución y a raíz de las declaraciones del presidente del gobierno, que hasta cierto punto daban algo de ánimo y decidimos dar el paso y abrir”.

Realmente llevan ya casi “confinados” en el hotel desde el 1 de junio preparando las instalaciones y ya han empezado a registrar las primeras reservas. “Parece que se detecta un cierto ánimo y salero y hemos optado por adelantarnos esos cuatro días y abrir el 11 de junio, fecha en la que ya tendrán preparado el hotel para recibir sus cinco primeras reservas”.

“Va a ser una transformación, y lo mismo que se habla de una nueva normalidad, también se hablará de una nueva normalidad hotelera”. No han escatimado en gastos a cambio de seguridad tanto para sus cliente como para su plantilla de trabajadores.

En la puerta del establecimiento, ubicado en la céntrica plaza de San Agustín, una cámara térmica huyendo del termómetro. Así, controlan en todo momento la temperatura de todo aquel que entre o salga del hotel. “Nuestra norma es también dejar que el cliente entre pero hacer que la covid se queda fuera”.

La adaptación a esta nueva realidad les ha llevado a lo que Pedro Ruiz califica un “checkin más frío, con unos caminos de entrada y de salida, con unas distancias de seguridad”. Además, en las habitaciones han eliminado cualquier objeto que se pueda considerar innecesario, y muchas de estas fórmulas “sabemos que vienen para quedarse”.

Pero este hotel prefiere pasarse que no llegar y “si la ley nos exige cinco puntos de gel, yo le pongo siete”. De hecho tienen elaborado incluso un plan ante posible caso de covid entre los clientes o entre los trabajadores: “No podemos relajarnos”.

El cliente, según la tesis de Pedro Ruiz tarde más o menos en sentirse seguro, “según la imagen de seguridad que les transmita el establecimiento”.

El hotel cuenta con cinco plantas más la baja y un total de 53 habitaciones y 111 plazas. En cada planta cuenta ya con siete puntos de hidrogel. “El cliente se tiene que acostumbrar a esta nueva normalidad hotelera. Muchos echaremos de menos esa palmada en la espalda al cliente que llevan años con nosotros y ahora se encontrarán con una fría mampara en la recepción y no nos queda más remedio que pensar que esta nueva fórmula viene para quedarse durante algún tiempo".

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