Tras la crisis del coronavirus | El sector hotelero y el turismo le plantan cara a la covid

El Hotel Spa Cádiz Plaza, el primer cuatro estrellas que reabre en Cádiz

  • Ayer empezó la jornada con 12 entradas, y a las cinco de la tarde se le sumaron otras seis

  • Los propietarios exigen a personal y clientes el estricto cumplimiento del protocolo anti covid 

Un operario de mantenimiento del hotel sacaba lustre ayer por la mañana a la cristalera de entrada al Spa Cádiz Plaza.

Un operario de mantenimiento del hotel sacaba lustre ayer por la mañana a la cristalera de entrada al Spa Cádiz Plaza. / Lourdes de Vicente

El único huésped que tiene aquí vetada su entrada se llama coronavirus. El Hotel Spa Cádiz Plaza abría este lunes sus puertas y recibía a sus dos primeros clientes después del confinamiento provocado por la crisis de la covid-19.

La fase 1 de la desescalada que entraba en funcionamiento el 11 de mayo permitía, entre otras muchas cosas, la apertura de hoteles con aforos muy restringidos, pero fueron pocos o, mejor dicho, ninguno, al menos en Cádiz capital, los que se arrojaron a abrir sus puertas.

La cuestión que les impedía dar ese paso era la falta de tráfico entre las provincias. Vale que no pudieran entrar los extranjeros, pero ni siquiera podía entrar españoles de fuera de la provincia de Cádiz.

El hotel ha implantado modernos sistemas de desinfección para evitar posibles contagios

Directores de hoteles como Eduardo Oriola, del Parado Hotel Atlántico, o Pepa Fernández, del Hotel Las Cortes de Cádiz lo tenían claro: “¿Para quién vamos a abrir nuestros hoteles?”.

Pero alguien tenía que dar ese primer paso, al menos en el nivel de las cuatro estrellas, que son ya un buen plantel en Cádiz capital, y finalmente ha sido el Hotel Spa Cádiz Plaza, ubicado en la Glorieta Ingeniero La Cierva, el primer hotel de esta categoría en abrir sus puertas al público.

Y finalmente, a pesar de que se corría el riesgo, ha abierto ya con clientela. Hoy mismo, a las 11 de la mañana tenía programada 12 entradas y a las cinco de la tarde eran ya 18. Eran 20 personas, puesto que eran dos dobles y el resto habitaciones individuales.

La familia Martínez, con su patriarca, Sebastián Martínez Garrido (tercero por la izquierda), junto a su esposa y a sus hijos, todos ellos volcados con el hotel. La familia Martínez, con su patriarca, Sebastián Martínez Garrido (tercero por la izquierda), junto a su esposa y a sus hijos, todos ellos volcados con el hotel.

La familia Martínez, con su patriarca, Sebastián Martínez Garrido (tercero por la izquierda), junto a su esposa y a sus hijos, todos ellos volcados con el hotel. / Lourdes de Vicente

Diario de Cádiz pudo asistir al check-in de sus dos primeros clientes: Carmelo y Pilar Hernández, que, aunque nacidos en Ávila, llevan media vida residiendo en Sanlúcar. El motivo, por desgracia, no es el placer, ya que en el hotel se quedará alojada solo Pilar. Carmelo tendrá que estar al menos diez diítas alojado en otro “hotel”, el hospital Puerta del Mar, donde será sometido a una intervención quirúrgica.

Mientras tanto, su hermana, tendrá como residencia habitual el Spa Plaza Cádiz, a muy pocos metros del centro sanitario, condición indispensable que barajaron Pilar y Carmelo a la hora de buscar un alojamiento para pasar esta pequeña temporada impuesta por los males.

Pero serán ellos los que pasarán a la historia de esta nueva normalidad hotelera de Cádiz capital. Y al igual que todo el que entrara, ya fueran empleados o ya fueran periodistas que, como Diario de Cádiz, buscaba vivir en primera persona esta reapertura de uno de los principales hoteles de la ciudad.

Al entrar, un buen frotado en los zapato sobre la alfombra de la entrada, previamente impregnada de un líquido desinfectante que no sólo les dejará las suelas como casi nuevas, sin virus ni bacterias, sino que hará también lo mismo con las ruedas de sus maletas. Y de inmediato, el lavado de manos con gel hidroalcohólico y la toma de la temperatura por parte de Carolina Martínez, la jefa de Recepción. Y cómo no, la obligada mascarilla, al menos hasta no entrar en la habitación.

Carolina Martínez recibe a la primera cliente de su hotel, tras su reapertura. Carolina Martínez recibe a la primera cliente de su hotel, tras su reapertura.

Carolina Martínez recibe a la primera cliente de su hotel, tras su reapertura. / Lourdes de Vicente

Si todo va bien, pueden considerarse ya alojados en el hotel que ahora servirá de cobaya para el resto de establecimientos de este tipo de Cádiz. Si se detectara algún síntoma de un posible caso de coronavirus, de inmediato el potencial cliente quedaría aislado y se daría cumplida cuenta a las autoridades sanitarias para que se hicieran cargo de esa situación.

Pero allí, ya, al menos con Noelia Martínez, directora del Hotel Spa Cádiz Plaza, mejor ni hablar de la covid porque rápidamente cruza los dedos. Tanto ella como el resto de sus compañeros, todos ellos hermanos que se suman a sus padres en la gestión del hotel, junto a un buen número de empleados a los que ayer les brillaba una sonrisa algo especial. “Todo esto que ves aquí es de mis padres y del banco”, bromea a medias Noelia.

Ha sido una inversión importante y una buena dosis de valentía lo que ha llevado a esta familia de arraigo hotelero desde hace más de 50 años a reabrir este centro ubicado en primerísima línea de playa después de lo que ha dejado tras de sí la crisis del coronavirus.

“Hemos tenido que seguir pagando hipoteca, luz, agua, gas”. Cuenta Noelia que pidieron un préstamo ICO porque pensaron que esto iba a ser cuestión de poco tiempo, pero pasaban los meses y el dinero se iba acabando. A esto se suma que cada vez que saca a algún trabajador del Erte, se le obliga a pagar una parte de los seguros sociales de la otra parte de los trabajadores que siguen temporalmente en ese retiro forzado por el virus. Todo ello sumado a esa buena dosis de valentía sumada a los cientos de vídeos que ha podido visualizar Noelia durante su confinamiento sobre las medidas necesarias tanto en las estancias, como en las zonas de baño como es el spa con el que cuenta este establecimiento, como en la zona de cafetería.

De momento el aforo lo tienen limitado al 50%, “pero ojalá llenáramos ese 50%”, aclara Noelia Martínez, la menor de las hijas de Sebastián Martínez Garrido, el fundador de este hotel y del que antes se ubicaba allí: el emblemático Hotel Imar. Todos los hijos de Sebastián y de su esposa, María del Carmen Sánchez López, forman también parte de la familia del Spa Cádiz Plaza: en orden de edad serían Carolina, Isidoro (que gestiona la Hospedería Imar), Noelia y Sebastián.

Ninguno de ellos se ha querido perder este día y allí estaba sentado Sebastián Martínez, el patriarca, con su mascarilla y viviendo en primera persona esta reapertura que “nunca podría haberme imaginado vivir algo parecido a lo que hemos vividos con el tema del coronavirus”.

Y mientras hablaba con este periódico, el whatsapp de Noelia no dejaba de sonar. Era un grupo que tiene con los directores de varios de los hoteles de la capital que le deseaban unos “suerte” y otros “mucha mierda” en esta puesta de largo que abre una nueva era y una nueva forma de vivir un hotel desde dentro.Son muchas las normas que hay que cumplir obligatoriamente si se quiere evitar a ese cliente indeseado que sería el coronavirus. De hecho, Noelia confiesa que “tanto para mí como para el resto de los hoteles de Cádiz sería una pesadilla que hubiera un rebrote en otoño o en invierno”.

Y es que se da la circunstancia de que este hotel no cierra en todo el año y, a pesar de eso, mantiene una ocupación media del 80-85%, algo nada fácil en este sector en el que la desestacionalización del turismo resulta aún complicado.

El hotel cuenta con 8 plantas, incluidos el ático y el bajo con el spa y un total de 48 habitaciones, 12 apartamentos y una suite. Empezando por arriba, un espectacular ático para cuatro personas, con dos habitaciones independientes, un salón y cocina compartido, y una impresionante terraza con vistas a la playa y a su competidor aunque amigo Hotel Playa.

En cuanto al spa, se va a convertir también en el primer servicio de este tipo en Cádiz capital, donde sólo existen estas instalaciones, las del Senator y las del Parado Hotel Atlántico, establecimientos que aún no han dado el paso de abrir pero que ya ven cada vez más cerca el momento de hacerlo.

Allí, en el spa, el hotel cuenta también con cabinas de tratamientos y un circuito termal, no sólo utilizable por los clientes del hotel sino que está disponible para cualquier gaditano que necesite una buena ración de relax.

Y el complemento idóneo, unos buenos precios, al menos de salida. Ahora mismo, que ya deberían estar los precios de temporada alta, aún mantienen cifras de temporada baja y multitud de ofertas para intentar hacer más atractiva la visita de nuevos clientes.

El Hotel Spa Cádiz Plaza no cuenta con restaurante sino que sólo ofrece la posibilidad de incluir el desayuno durante la estancia. Para ello, la familia Martínez ha ideado dos opciones. O bien se le envía al cliente un whatsapp la noche anterior con una especie de test para elaborar un menú completo y personalizad con hora reservada, o bien, si prefiere ir sobre la marcha, cada mesa de la cafetería tiene un código QR para pedir a la carta. Las normas aún imponen que sólo esté disponible el 50% del aforo.

Para la comida, mantienen muy buenos contactos con restaurantes cercanos como Matilde, La Marea, Arsenio, el Musalima.... Algunos de ellos ofrecen, incluso, comidas a buen precio a clientes del hotel dirigido por Noelia Martínez.

En cuanto a aparcamiento para clientes, no cuenta con uno propio pero mantienen un convenio con Emasa para ofrecer ese servicio a su alojados a un precio especial.

Ahora se trata de abrir el establecimiento sin dejar ni un mínimo hueco para que se cuele el virus. Así, Noelia se ha propuesto ser tan exigente con que el público respete las normas como que éstas se cumplan entre sus empleados. Para ello ha tenido que hacer una importante inversión. En recepción cuenta, por ejemplo, con un esterilizador con luz ultravioleta donde se meten utensilios como las llaves que entrega el cliente. O se le entrega al usuario, nada más entrar, una bolsita sellada y desinfectada con el mando a distancia y con la llave. O sus camareros y camareras de piso usan una especie de aspirador que elimina ácaros del colchón así como posibles bacterias.

Es eso, por aquí no pasa el virus. Una vez que se abran las fronteras, Cádiz volverá a ser la misma y España entera volverá a soñar con sus playas y sus rincones, con sus tapas y sus vistas... todo ello sin coronavirus.

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