La línea ascendente en cuanto a cifras de contagios por coronavirus, que no parece que llegue a su límite y comience a bajar a corto plazo, preocupa al comercio tradicional de nuestras ciudades por el temor a que, finalmente, se opte por un nuevo confinamiento, como ya está pasando en mayor o menor medida en países cercanos como Francia o Reino Unido.

Un hipotético confinamiento afectaría de lleno a una de las jornadas de más venta para el comercio en España, el Black Friday, que este año se celebra el 27 de noviembre. Las tiendas físicas se verían directamente afectadas ya sea por un cierre total, lo que sería un descalabro económico, como por una drástica limitación del acceso a los locales.

Ya durante la pandemia se ha ido incrementando de forma más que notable las compras a través de internet. Aquí el comercio tradicional apenas tiene capacidad para competir con las grandes firmas o con marcas como Amazon. El Corte Inglés, el principal grupo en España, ha reforzado de forma notable este servicio, poniendo en marcha incluso una app con precios más competitivos de la empresa estadounidense.

Frente a ellos, el comercio tradicional viene reclamando a las administraciones ayudas financieras que le permitan afrontar esta transformación digital. Entidades como Cadíz Centro, en la capital de la provincia, puso en su momento un servicio de reparto a domicilio, aunque muy limitado por el coste que les supone en una etapa de crisis como la actual.

De esta forma, si en caso de un incremento de las restricciones sanitarias, las firmas nacionales pueden centrar en internet sus ventas de cara al Black Friday, el comercio tradicional puede afrontar un viernes verdaderamente negro en cuanto a su negocio.

Por si fuera poco, algunas cadenas adelantan o extienden los beneficios de esta campaña. El Corte Inglés lo inicia el 26 de noviembre y lo termina el 1 de diciembre, aunque el día 2 de diciembre celebra el Cyberlunes, con más ofertas. Fnac ya tiene ofertas desde el 2 de noviembre y Amazon las anuncia a partir del día 19.

El 46% de los consumidores españoles espera que las ofertas de este Black Friday sean más competitivas que las del año pasado, debido al descenso de las compras en tienda física. Al menos así lo afirma el estudio Covid-19 & Black Friday 2020 elaborado por la consultora de tecnología y marketing digital, y especialistas en e-commerce y transformación digital, Making Science.

El Head of e-Commerce & Innovation en Making Science, Antonio Negro, afirma que, “como ya hemos comentado con anterioridad, el Covid-19 va a tener una repercusión sin precedentes en el comercio electrónico. En cierta medida, porque durante los últimos meses, los consumidores españoles han adoptado nuevos hábitos de consumo que se verán definitivamente reflejados en los próximos periodos de descuentos como Black Friday o Cyber Monday. Aquellas empresas que cuenten con madurez digital y una buena estrategia de canales digitales verán sin duda un incremento del margen de beneficio en estos periodos”.