Las obras de rehabilitación de las cubiertas de la iglesia de Santa Cruz ya han comenzado. El proyecto cuya financiación logró el Obispado de Cádiz por medio de la convocatoria del 1,5% cultural del Ministerio de Fomento ha logrado superar todos los obstáculos derivados del ascenso de los precios en el sector de la construcción, cumpliendo además con los plazos que otorgaba la administración estatal, que obligaba a que los trabajos comenzaran antes del 30 de septiembre.

El Obispado ha informado de la firma, el miércoles, del acta de replanteo que supone el inicio formal de una obra que ejecutará la empresa Construcciones Francisco Manzano S.L. por un importe de 323.550,43 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de seis meses.

Este importe supera ligeramente el presupuesto inicial, que se quedaba en los 316.371,25 euros de los cuales el Estado ha aportado casi 231.000 euros. Esto se debe a que en una primera licitación la obra quedó desierta porque las empresas interesadas manifestaban que la tasación de las actuaciones habían quedado obsoletas en medio de un mercado que ha cambiado tanto las condiciones en los últimos meses (siempre para encarecer los materiales y el transporte). Por tanto, el Obispado tendrá que asumir 92.571,42 euros en lugar de los 85.392,24 euros previstos en un principio.

Con este incremento de precio se ha conseguido desatascar el problema de la licitación inicialmente desierta, cumpliendo con los plazos de Fomento para garantizar la financiación estatal. Por tanto, hasta finales de marzo se ejecutará el proyecto redactado por el arquitecto gaditano Fernando Mejías junto al arquitecto de la diócesis, Antonio Sánchez.

Este proyecto contempla la correcta impermeabilización de la Catedral Vieja, a la vez que se va a proteger al templo frente a las condiciones climáticas que por su localización son muy adversas. Para ello, se retirarán los materiales de construcción, se procederá a la impermeabilización de todas las cubiertas del edificio mediante una lámina de caucho sintético de alta densidad; y posteriormente se repondrán los característicos azulejos de este templo, que serán igualmente restaurados.

Durante estas obras no está previsto que se vea afectado el desarrollo normal del culto y la actividad parroquial, al trabajarse sobre las cubiertas y no en el interior del templo. Aunque sí está previsto que en determinado tramo de obras el altar mayor quede inutilizado por prevención y para evitar que el retablo principal se vea afectado por la suciedad que provoquen los trabajos.