Con la alcaldesa y Carlinhos Brown bailando al ritmo de la popular canción Maria Caipirinha (Samba da Bahía) del artista brasileño, se clausuró ayer en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Cádiz el VII Congreso del Carnaval.

El público, puesto en pie, tocaba las palmas al son de la música y aplaudía la participación de esta "figura planetaria" y "estrella mundial del Carnaval", como lo llamó el director comercial de RTVA, Manolo Casal, quien realizó una peculiar entrevista a Carlinhos Brown .

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez; el presidente de la Asociación de Autores de Carnaval, Miguel Villanueva, y el gerente del Consorcio del Bicentenario, Pedro Flores, agradecieron la presencia del brasileño, del que destacaron además de su faceta como prolífico y laureado artista, su compromiso social con los más necesitados.

También quisieron resaltar que el acto de ayer era la antesala de los que se celebrarán en julio, con motivo de la Capitalidad Iberoamericana del Carnaval. En concreto, hicieron referencia a la gran cabalgata del día 21 de la que Brown será "el eje dinamizador", según dijo la alcaldesa. Sobre este encuentro preguntó Manolo Casal al músico brasileño, pero este contó poca cosa. Y es que a cada pregunta del entrevistador, el entrevistado respondía lo que le parecía oportuno, contando, eso sí, grandes historias sobre su pueblo, la música y el carnaval. Hasta el punto que Casal le dijo entre risas que se enrollaba "como una persiana", ocurrencia que fue aplaudida por el propio Brown.

Casal afirmó que "todo el mundo estaba deseando conocer un poco más de Carlinhos Brown", por eso, al saber el nombre real de este artista -se llama Antonio Carlos Santos de Freitas- le hacía "una pregunta que podría hacerle cualquier persona de la calle: ¿Por qué es lo de Carlitos Marrón?"

Antes de contestar, transmitió el honor que suponía para él estar en Cádiz. Aseguró que "todo lo que he hecho en España fue para merecer un sitio en el lugar donde surgieron las murgas y fueron hacia América Latina". También recordó que aquí se promulgó la Constitución "que creó una libertad en todos los pueblos. Las leyes de vuestra Constitución han servido para toda Iberoamérica". Dijo que el Carnaval "tiene que ver con humanidad", y que en esta celebración "la individualidad se quiebra porque es una fiesta del colectivo y es un camino para la felicidad". Manifestó que el Carnaval le trae fantasía y le hace reconocer dentro de él la cultura, "por eso lo de Carlitos Marrón".

Brown habló también de los orígenes de su barrio y de cómo encontró en la música una salida al camino de la delincuencia y las drogas que le rodeaba. Contó que ha desarrollado una disciplina con la que ha construido "un ejército" de chicos a los que ha alejado de los problemas a través de la música.

Declaró que gracias al dinero ganado con la música había construido escuelas para niños y más de 1.500 casas. Más tarde, "15 años después", llegó la ayuda del Gobierno, "mas llegó", dijo agradecido. Y también el apoyo de otros países como España. Se enorgulleció de tener 2.000 alumnos diarios "a coste cero", que "son grandes y buenos hijos". Después reflexionó en voz alta: "Hay que tener paciencia para conquistar las cosas".

Afirmó ser consciente de que su talento era "un don de Dios" y que gracias a Él, en los últimos 30 años siempre había tenido un número uno en las listas musicales de su país. Dijo que como persona tampoco tenía mérito ninguno, porque lo único que hacía era ofrecer su colaboración y ejercer su labor como ciudadano. Después, mientras se proyectaban unas imágenes, habló del carnaval de las tres ciudades más importantes de Brasil: Río de Janeiro, Pernambuco y Salvador de Bahía, su ciudad.