El dueño de Chiquipark venderá sus locales si no le dejan abrir de aquí a diciembre
Consecuencias económicas del covid en Cádiz
De momento ya tiene puesto en venta el Principark y el Chiquichef
La Junta les prohíbe abrir bajo ningún concepto, lo que ha llevado a Jesús Carrascosa a una situación económica insostenible
Hasta hace unos meses, Jesús Carrascosa se lamentaba por tener que mantener cerrados tanto su parque de bolas ubicado en el recinto exterior de la Zona Franca, como sus otros dos parquecitos temáticos, el Principark y el Chiquichef, que siempre han gozado de una gran aceptación a la hora de organizar los cumples de los más pequeños y pequeñas de la casa.
Pero Carrascosa ya roza la desesperación y está al límite. Tanto que ya tiene claro que si de aquí a diciembre no le han dado una solución y puede reabrir el Chiquipark, un negocio que lleva abierto en Cádiz 18 años, se verá abocado a la venta de todos sus locales. De hecho, el destinado al Principark y al Chiquichef , ambos de 500 metros cuadrado de superficie cada uno, lucen ya el cartel de se vende. El otro, el del Chiquipark cuenta con unos 2.000 metros cuadrados.
Y es que la Junta de Andalucía no les ha permitido abrir. Ni a él ni a los más de 1.500 parques infantiles de ocio para niños repartidos por toda Andalucía, de los que, según calcula Carrascosa, dependen unas 4.500 familias.
En cuanto a sus empleados, se da la circunstancia de que recientemente han cumplido contrato cuatro personas, pero aún mantiene en el erte a ocho personas. "Y a mí me da mucha pena, porque ha sido gente que se ha dejado siempre la piel en el Chiquipark sé que cada uno tiene una situación personal, sus hipotecas, sus hijos, sus gastos..."
Carrascosa afirma estar desesperado a pesar de que entiende que el tipo de instalaciones que el posee son especialmente delicadas en cuanto a la posibilidad de contagios, "esto lo entiendo, pero lo que no comparto es que no nos dicten unas condiciones para poder abrir nuestros negocios".
Él propone, por ejemplo, que si hace falta clausurar la piscina de bolas porque pueda suponer un mayor riesgo, pues se clausura, pero que "al menos me digan cómo puedo abrir Chiquipark". De hecho, el Gobierno central, en el momento en el que le devolvió los poderes a las comunidades autónomas, dictaminó que era posible abrir este tipo de instalaciones con grupos máximos de diez niños y, cada uno, con un monitor. La Junta se negó a secundar esta decisión y en Andalucía están del todo prohibidos este tipo de instalaciones para niños menores de 12 años.
Ahora, para colmo, "ya hemos estado pagando el 25, el 55 y ahora el 75% de la seguridad social de nuestros empleados. Seguimos pagando la luz, el agua, el ibi... y si abrimos nos arriesgamos a multas que podrían llegar a los 600.000 euros".
Jesús Carrascosa tiene Chiquipark y los otros dos parques colindantes como única fuente de ingreso. "A día de hoy vivo gracias a un préstamo del Banco de Sabadell que me propusieron". Y lo peor es que Carrascosa tampoco confía en la vacuna. "Hablan de 2021 o 2022. Ya en verano decían que si con el calor el virus se iba y nos hemos encontrado con un empeoramiento de la situación, y ahora, con la apertura de los colegios, es todo un caos".
Sobre si se trata de ninguneo o de olvido del sector por parte de la Junta de Andalucía, el propietario de Chiquipark afirma que el motivo es que "no se atreven. Creo que prefieren ignorarlo antes que afrontar una realidad. Lo entiendo pero necesito que me den una solución".
A la vista de la solución, Jesús habla ya de vender el local de 2.000 metros, pero su cabeza sigue dándole vueltas al asunto y está también calibrando la posibilidad de instalar allí otro negocio como podría ser una bolera. Pero no lo tiene claro porque, según cuenta, todo el material que tiene allí en el Chiquipark vale un dinero importante.
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